Globoeconomía

Los observadores de la Opep están más divididos que nunca antes de su reunión

Bloomberg

La división esta vez refleja la dificultad de la decisión que deben tomar los países de la Opep. Podrían reducir la producción para hacer subir los precios del crudo desde el nivel más bajo en cuatro años, a riesgo de perder más cuota de mercado ante proveedores rivales, incluidas las empresas estadounidenses de explotación de esquisto. O podrían no hacer nada y permitir que los precios caigan lo suficiente como para desalentar el crecimiento de la producción estadounidense, medida que también afectaría las finanzas de los miembros más pobres como Venezuela y Nigeria. En vista de que la mitad de los analistas recibirán una sorpresa, los precios estarán volátiles después de la reunión, según BNP Paribas SA.

“Va a ser un día decisivo”, dijo Doug King, director de inversiones del Merchant Commodity Fund de US$200 millones, en una entrevista telefónica del 14 de noviembre desde Londres. “Si de la reunión -una de las más importantes de la Opep de los últimos diez a quince años- no sale alguna medida, el mercado los pondrá a prueba con la caída del precio. Si recortan 1,5 millones de barriles diarios, el mercado del Brent podía volver a la banda de US$80 a US$90”.

Decisión sobre producción
El petróleo cayó en un mercado bajista el mes pasado cuando las petroleras estadounidenses extrajeron crudo al ritmo más veloz en más de tres décadas y el crecimiento de la demanda mundial se frenó. La Opep, responsable de alrededor del 40% de la producción mundial de petróleo, debe reducirla entre 1 millón y 1,5 millones de barriles diarios para lograr un mejor equilibrio entre la oferta y la demanda, dijo Harry Tchilinguirian, responsable de estrategia de mercados de materias primas de BNP Paribas, en un correo electrónico enviado desde Londres el 11 de noviembre.

El grupo se enfrentó a la situación contraria cuando los analistas no se pusieron de acuerdo sobre las intenciones de la Opep hace siete años. Los futuros del Brent habían trepado 55 por ciento en los once meses anteriores a la reunión de diciembre de 2007, lo que ejercía presión para que el grupo elevara su meta de producción. Al mismo tiempo, la economía estadounidense estaba al borde de la peor recesión desde la década de 1930, tras la caída del mercado de la vivienda.

Antes de la reunión del 5 de diciembre de 2007, 23 de las 42 personas que participaron en una encuesta de Bloomberg pronosticaron que la Opep mantendría su meta de producción, mientras que los demás vaticinaron un aumento de entre 500.000 y 750.000 barriles diarios. El día que la organización decidió mantener la producción, los futuros de Brent cayeron 1,9%, antes de cerrar con un alza de 1,2%.