Globoeconomía

Los pilotos de la aerolínea Iberia convocan a 30 días de huelga entre abril y julio

Ripe

Con las negociaciones entre Iberia y sus pilotos nuevamente rotas, el conflicto se recrudece al extremo. Sepla anunció hoy la convocatoria de 30 jornadas de huelga durante los próximos cuatro meses contra la creación de la filial de bajo coste Iberia Express, que el domingo realizó su primer vuelo, y por la falta de acuerdo sobre el nuevo convenio colectivo.

Los paros se producirán todos los lunes y viernes entre los días 9 de abril y hasta el 20 de julio, ambos inclusive.

La elección de las fechas evita impactar de lleno al sector turístico durante Semana Santa -como de forma oficiosa se habían comprometido los pilotos con el Ministerio de Fomento-, pero afectará al retorno de viajeros de las vacaciones, sobre todo en las comunidades autónomas en las que el lunes de Pascua también es festivo (Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana).

Además, las protestas condicionan el inicio de la temporada alta en los primeros meses de verano tanto para Iberia como para el conjunto del sector turístico nacional. La patronal hotelera Cehat ha tachado la nueva convocatoria de huelga de "chantaje indecente" a la sociedad.

Según los cálculos de la compañía, cada jornada de huelga le genera un impacto en sus resultados de tres millones de euros. El agujero en las cuentas ya se eleva así hasta los 36 millones por la docena de días de paros ya secundados en los últimos meses y con las nuevas huelgas podría elevarse en otros 90 millones más, hasta un total de 126 millones de euros.

Sepla anunció hace dos semanas la desconvocatoria de 24 días de huelga, tras aceptar la mediación del Gobierno en las conversaciones con la compañía.

El fracaso de Pimentel
Desde ayer, cuando trascendió la noticia de que la labor de mediación del exministro Manuel Pimentel había fracasado, se daba por seguro que los pilotos volverían a recurrir a la huelga como medida de presión. El sindicato Sepla había convocado dos asambleas para hoy y el jueves para la aprobación del nuevo calendario de protestas.

La convocatoria de las asambleas por parte de Sepla llegaba apenas unas horas después de la última reunión a tres bandas entre el sindicato, la dirección de Iberia y el mediador propuesto por el Gobierno, el exministro Manuel Pimentel, celebrada el domingo.

La reunión fue un fracaso y no sirvió para acercar posturas, y provocó la renuncia de Pimentel a continuar una mediación que muchos veían imposible. Los sindicatos de Iberia ya habían advertido de que volverían las movilizaciones si la mediación fracasaba.

Durante toda la jornada de ayer Sepla y la dirección de Iberia se culparon mutuamente del fracaso de unas negociaciones. La aerolínea asegura que el sindicato de pilotos rechazó la última propuesta de Pimentel y que la compañía ni siquiera llegó a intervenir en esa reunión.

Por su parte, Sepla acusa a Iberia de boicotear la mediación y de hacer imposible siquiera intentar un acuerdo, a pesar de las concesiones que los pilotos dicen haber propuesto.