Los solteros se convierten en el nuevo desafío para la economía de Estados Unidos

Hoy en día, cuando los adultos solteros se reúnen, la incomodidad puede ser abrumadora. “Mucha gente tiene más ansiedad ahora”, dice Amber Soletti, fundadora de Single and the City, una entidad que organiza citas rápidas en Nueva York y Austin. “Han perdido la práctica. Han olvidado cómo relacionarse con la gente cara a cara”.

La recesión económica precipitada por la pandemia fue afortunadamente breve. Pero un nuevo estudio de la Universidad de Stanford, junto con datos de encuestas gubernamentales, refuerzan la conclusión de que el virus también desencadenó una recesión en la vida social de estadounidenses, que perdura después de que la mayoría de adultos fueran vacunados.

Para millones de personas, las citas y otras actividades sociales nunca se recuperaron, con efectos no sólo personales y psicológicos, sino también económicos e incluso políticos.

La oferta de mano de obra, la demanda de vivienda y los ingresos fiscales dependen de una dinámica que comienza con una primera cita. Las citas casuales pueden llevar a la convivencia, el matrimonio, los hijos, la propiedad de vivienda y las cuentas de ahorro conjuntas. “Casi todas las relaciones más serias empiezan en esta zona gris”, dice el profesor de sociología de Stanford Michael Rosenfeld. “Pero esas relaciones iniciales son más vulnerables a la interrupción y la ruptura”.

Cuando llegó el covid-19, Rosenfeld volvió a realizar una encuesta que había llevado a cabo en 2017 para medir esos vínculos más casuales. El ejercicio reveló que millones de relaciones informales se desmoronaron, incluso cuando las parejas casadas y que convivían sobrevivieron a la pandemia prácticamente intactas.

Más preocupante que el tamaño de esta alteración de las citas -que afectó a más de uno de cada 20 adultos estadounidenses- fue el momento en que se produjo. Después de que el número de solteros aumentara en 2020, cuando las citas en persona eran peligrosas, Rosenfeld volvió a realizar la encuesta en 2022 y se sorprendió al descubrir que, a pesar del despliegue masivo de vacunas, aún había más personas solas y sin citas.

En comparación con antes de la pandemia, calcula que en 2022 hubo 13,3 millones más de estadounidenses solteros.

Otros datos recientes muestran las cicatrices invisibles del covid. Cada año, la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos pregunta a miles de personas cómo pasan el día y reúne la información en un compendio anual llamado Encuesta sobre el Uso del Tiempo en Estados Unidos.

La última encuesta revela que en 2023 los adultos pasaban más tiempo solos y mucho menos tiempo charlando cara a cara y participando en actividades de grupo que cuatro años antes. Los datos también muestran que la vida social no se ha recuperado de forma apreciable desde 2022 o incluso 2021.

En lugar de crear un trastorno temporal, covid parece haber acelerado el declive de décadas de conexión en EE.UU.

Muchos negocios ya han notado que sus clientes son menos sociables. Los datos de la Asociación Nacional de Restaurantes indican que, con menos citas y salidas sociales, la afluencia a los restaurantes de servicio completo aún no ha recuperado los niveles anteriores a pandemia, aunque el negocio de otros servicios de restauración sigue batiendo récords.

Los bares y discotecas también atraviesan dificultades. La cantidad de alcohol que consumen lleva 25 años aumentando lentamente, pero cada vez son menos camareros que sirven esas bebidas.

Según estimaciones de la empresa de investigación Iwsr, el año pasado en EE.UU. 85 % del alcohol se compró en una tienda, frente a 15 % en un local. Este porcentaje en restaurantes, bares y clubes ha descendido tres puntos desde 2017, y es la mitad de la tasa mundial.

Una consecuencia a largo plazo de la “recesión de las citas”, afirma Rosenfeld, es que los estadounidenses siguen retrasando los hitos tradicionales de la vida adulta. Desde la década de 1980, el porcentaje de personas que viven solas, se casan, tienen hijos o compran una casa antes de los 30 años no ha dejado de disminuir.

La mayoría de los analistas suponen que los jóvenes estadounidenses acabarán haciéndolo. He aquí una estadística preocupante: La Oficina del Censo estima que la población de niños menores de 5 años se reducirá en 889.000 entre 2020 y 2023, un descenso de casi 5%.

“Es tan fácil esconderse detrás de una pantalla”, dice Maxwell Poyser, de 26 años, responsable de marketing de Fern Connections una empresa de búsqueda de pareja y asesoramiento. “Casi no se ve la necesidad de salir y conocer gente en persona”, dice, porque la gente ha entablado amistades duraderas con personas con las que sólo interactúa por internet. “No saben lo que se están perdiendo. No tienen con qué compararlo”.

En 2023, el Cirujano General de EE.UU. declaró una “epidemia de soledad y aislamiento”. Otras autoridades habían declarado la soledad un problema años antes en medio de pruebas de que la falta de conexión humana tenía efectos sobre la salud. En 2015, un meta análisis de 70 estudios de investigación de la Universidad Brigham Young concluyó que el aislamiento social aumentaba el riesgo de muerte prematura en 29%.

Reducción de espacio en viviendas o menor compra de apartamentos

Los promotores están respondiendo a la recesión social de EE.UU. construyendo más viviendas pequeñas, una estrategia que también puede reducir costes. De 2019 a 2023, los datos del Censo muestran un aumento de 65% en nuevos apartamentos de menos de 1.000 pies cuadrados. La construcción de nuevas casas de menos de 1.400 pies cuadrados aumentó 34% en los últimos cuatro años. “Menos personas por hogar es menor demanda”.