Energía

Los subsidios destinados a combustibles fósiles se duplicaron durante el año pasado

Se cree que podrían seguir incrementando las ayudas hacia dichas materias primas debido al aumento en los precios de la energía

Nathalia Vargas

De acuerdo con el más reciente estudio de la Agencia Internacional de Energía (AIE) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), los subsidios de combustibles fósiles entregados por los gobiernos de 51 países del mundo aumentaron el año pasado a US$697.200 millones, duplicando la cifra de 2020, cuando fue de US$362.400 millones.

Las organizaciones advirtieron que este año los subsidios podrían seguir incrementando debido a la subida de los precios de la energía en el mundo a causa de la invasión de Rusia a Ucrania. “La guerra ha provocado fuertes aumentos en los precios de la energía, socavando la seguridad energética. Sin embargo, los repuntes significativos en los subsidios a los combustibles fósiles alientan el consumo derrochador sin llegar, necesariamente, a los hogares de bajos ingresos”, aseguró Mathias Cormann, secretario general de la Ocde.

En el informe en que se estudiaron a los países que hacen parte de la Ocde, el G20 y 33 naciones más que producen y consumen energía, los cuales representan 85% del suministro total a nivel global, Cormann recomendó actuar lo más pronto para alcanzar los objetivos del carbono neutral y no prolongar la transición energética.

“Necesitamos adoptar medidas que protejan a los consumidores de los impactos extremos de las fuerzas cambiantes del mercado y geopolíticas de una manera que nos ayude a mantenernos en el camino hacia la neutralidad de carbono, así como la seguridad energética y la accesibilidad”, mencionó.

Así mismo, el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, envió un mensaje de alerta para no disminuir esfuerzos y buscar la transición a energías renovables. “Un aumento de la inversión en tecnologías e infraestructuras de energía limpia es la única solución duradera a la actual crisis energética mundial y la mejor manera de reducir la exposición de los consumidores a los altos costes de los combustibles”, dijo.

LOS CONTRASTES

  • Gabriela SillerDirectora de Análisis Económico en Banco Base

    “Se espera que persista la volatilidad por la escasez de la oferta. La posibilidad de una recesión, las presiones inflacionarias, las restricciones a la movilidad en China y la guerra en Ucrania son clave”.

A esto se ha sumado el hecho de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) decidió recortar los pronósticos para el excedente de suministro de 2022 a 400.000 barriles por día, lo que representa una reducción de la mitad. Para el otro año también se cambiaron las previsiones, pasando de 900.000 bpd, a un déficit de 300.000 bpd.

Según el documento, esto se debe a que los miembros se ven impedidos para cumplir con los objetivos de producción ante la alta demanda y la escasez del combustible.

Hasta ahora, los precios del crudo han mostrado una alta volatilidad en los últimos meses. Si bien desde el inicio del año hasta marzo se reflejó una fuerte subida en su cotización debido a la reducción del suministro por la guerra en Europa, en las últimas semanas los precios disminuyeron por los temores de que la posible desaceleración económica que se avecina provoque una reducción en la demanda.

Desde los máximos de marzo, el WTI ha caído 27,61%, y el Brent ha bajado 25,27%. Lleva tres meses consecutivos en rojo, retrocediendo 12% en el último mes. Además, el WTI tuvo una disminución mensual de 9,20%, cerrando agosto en US$89,55 por barril.

Es probable que la volatilidad de los precios continúe debido a las especulaciones de una recesión, la falta de energía, la guerra en Ucrania y el confinamiento en China.

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