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Lula da Silva afirmó que acusaciones buscan impedir su postulación

Colprensa

Reuters

Lula lloró y se río en la primera conferencia de prensa desde que fue acusado el miércoles por cargos de corrupción y lavado de dinero. El día anterior los fiscales brasileños señalaron al expresidente de orquestar el peor escándalo de corrupción en la historia de Brasil, asegurando que se enriqueció y planeó los sobornos políticos que le costaron al país miles de millones de dólares.

Lula recibió por lo menos 3,7 millones de reales (US$1,1 millones) en beneficios y dirigió el esquema del apodado Carwash que le costó a la empresa petrolera Petrobras más de US$12.600 millones, dijo el fiscal federal Deltan Dallagnol en una conferencia de prensa el miércoles. Su oficina acusó formalmente al expresidente de corrupción y lavado de dinero.

“La oficina del fiscal federal el día de hoy está acusando al Sr. Luiz Inácio da Silva de ser el comandante en jefe del escándalo de corrupción conocido como Carwash”, dijo Dallagnol.

Bajo la ley brasileña, un juez debe aceptar la acusación fiscal antes de poder obligar a Lula a enfrentar un juicio.

“Nunca han mostrado un solo crimen que haya sido cometido por Lula, y tampoco han proporcionado pruebas”, dijeron sus abogados Cristiano Zanin Martins y Roberto Teixeira. “Desde el inicio del Carwash han investigado la vida del expresidente. Nunca han encontrado nada”, aseguraron.

Los cargos marcan lo que podría ser la culminación del Carwash, el escándalo que por más de dos años se ha apoderado de un país que está acostumbrado a la impunidad de su élite política. Docenas de altos ejecutivos han sido encarcelados.