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Lula instó a empresarios de Brasil y Argentina a conquistar el mundo

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Ante una sala repleta de empresarios, gobernadores y sindicalistas ansiosos por escucharlo, el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró el 48º Coloquio de Idea en el hotel Sheraton de La Plata con un discurso de respaldo hacia el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y un contundente mensaje hacia los hombres de negocios argentinos y brasileños, a quienes les pidió que dejen de verse como adversarios y que se asocien para construir empresas más grandes que salgan a conquistar el mundo.

La crisis económica mundial fue uno de los ejes de su exposición. Repasó los motivos del estallido del 2008-2009 y culpó a los organismos internacionales de crédito y a los bancos por avalar recetas que no resultaron. “En la crisis del 2008, los organismos que decían que sabían todo cuando nosotros teníamos las crisis, no sabían qué decir. Ahora nos deberían preguntar cómo hicimos para bajar el desempleo y llegar a ser la 6º economía del mundo”, manifestó Lula.

El ex presidente de Brasil criticó las políticas que están adoptando los países desarrollados y defendió, por el contrario, las estrategias adoptadas por la región. Se mostró orgulloso del matrimonio Kirchner, de Hugo Chávez en Venezuela y de Evo Morales en Bolivia, y aseguró que 'América Latina atraviesa uno de los ciclos más prometedores de su historia. Reflejó con cifras el mayor crecimiento del comercio sur-sur que el promedio mundial y se mostró sumamente optimista: '”Lo tenemos todo para avanzar juntos. El principal reto es fortalecer las estructuras que ya existen para apalancar el sistema”.

Al referirse al vínculo entre Argentina y Brasil, la necesidad de afianzar la alianza, no sólo de los gobiernos, sino también de los empresarios fue el gran mensaje que Lula dejó en el coloquio. “No podemos aislarnos. Seremos más prósperos y respetados en el mundo si estamos juntos”, afirmó. Se refirió a la 'gran amistad' que lo une con el gobierno de Cristina Fernández y les pidió a los empresarios de ambos países que se asocien para ser más fuertes. A los brasileños –había varios en la cena, les dijo: “No pueden dejar que los llamen imperialistas por las calles de Buenos Aires por comprarse las empresas argentinas. Tienen que asociarse”.