Venezuela

Machado, ganadora del Nobel 2025, podría salir de su escondite para recibir el premio

Reuters

La pregunta del millón es si la líder opositora venezolana, María Corina Machado, se atreverá a emprender el peligroso viaje a la capital noruega para recoger personalmente la medalla

Bloomberg

La tranquila Oslo se prepara para un impacto nunca visto desde que Barack Obama llegó a recoger su inesperado Premio Nobel de la Paz. Más de 15 años después, el trofeo que Donald Trump más anhela ha sido otorgado a alguien que se encontraba en un lugar muy recóndito, y que podría aparecer para recibirlo.

La pregunta del millón es si la líder opositora venezolana, María Corina Machado, se atreverá a emprender el peligroso viaje a la capital noruega para recoger personalmente la medalla y el premio en metálico, y si podrá regresar después sin problemas. Pero esa no es la única sorpresa geopolítica que enfrenta el Comité Nobel de la pequeña nación.

La sorpresiva asistencia del presidente argentino Javier Milei también está en juego. La perspectiva de ver al anarcocapitalista argentino, amante de Maga y con motosierra, en presencia del ermitaño venezolano que lidera la resistencia contra Nicolás Maduro es una mezcla embriagadora.

Es un escenario para el cual este tranquilo rincón de los países nórdicos se está esforzando por prepararse, tanto desde una perspectiva de seguridad como diplomática.

Con una armada de Estados Unidos desplegada en el Caribe y el presidente Trump amenazando con extender los ataques contra supuestos narcotraficantes desde el mar a la tierra, las tensiones están aumentando en toda la región ante cualquier intento de derrocar a Maduro.

Para Machado, quien convocó a millones de personas para votar por un candidato suplente en las elecciones del año pasado, esto pone más de relieve que nunca su campaña por la transición a la democracia. Sin embargo, si abandona su refugio secreto para recibir el premio en Oslo el 10 de diciembre —el punto de encuentro de su vida para su movimiento opositor—, no hay garantía de que Maduro la deje regresar.

“Esta es una operación de vida o muerte para Machado”, dijo Geoff Ramsey, experto en Venezuela y miembro senior del Atlantic Council.

“Si logra irse y regresar, parecería intocable, lo que podría revitalizar una oposición mucho más débil dentro de Venezuela que en el extranjero”, dijo. “Pero si esto fracasa y ella permanece en el exilio, Machado corre el riesgo de condenarse a la irrelevancia”.

Puede que lo que esté en juego no sea tan importante para los anfitriones noruegos, pero los próximos días se perfilan como incómodos.

El gobierno noruego ya ha tenido varios encontronazos con Estados Unidos este año, por las decisiones de inversión de su fondo soberano de US$2,1 billones, que fueron denunciadas por el grupo Maga, y por la concesión del Premio Nobel de la Paz a alguien distinto de Trump. Ninguna de estas decisiones fue responsabilidad del gobierno, pero los funcionarios en Oslo reconocen que, de todas formas, asumen las críticas.

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