Globoeconomía

Medidas de Dilma evitaron una mayor caída del PIB de Brasil

Camilo Giraldo Gallo

El paquete de medidas que el gobierno de Dilma Rousseff introdujo a mediados del año pasado fue la salvación para que el crecimiento de la economía no fuera más bajo que el 0,9% que se reportó ayer. Menos impuestos en sectores estratégicos como la industria manufacturera, rebajas en los cobros de energía, mayor proteccionismo, reducción de las tasas de interés, más gasto estatal y privatizaciones, lograron que la expansión brasileña repuntara en la segunda mitad del 2012.

Según informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge), el PIB del país ha sido afectado afectado principalmente por la caída del sector agrícola por debajo de los pronósticos, el cual vivió un sube y baja en las cuentas trimestrales y terminó con una caída de -2,3% en todo el año.

Otro de los sectores que terminaron con valor negativo fue el de la industria, con -0,8%, pero fue salvado por un repunte en los últimos seis meses. Esto indicaría que las medidas del gobierno sí tuvieron un efecto positivo en ese sector.

“Creo que si Dilma no hubiese establecido medidas la economía no habría crecido lo que creció. Las medidas de Brasil son muy buenas pero hay que darles tiempo, pues hay que tener en cuenta que el país está al vaivén internacional. Tienen que hacer mucha inversión en infraestructura para que la economía repunte”, dijo Giovanni Reyes, profesor de administración de la Universidad del Rosario.

Dentro de las medidas del gobierno estaban las exenciones fiscales para productos como carros, electrodomésticos y materiales de construcción. Además, redujo tarifas de energía eléctrica residencial entre 16,2% y 28%.

El consumo fue otro de los grandes salvadores del crecimiento del gigante de América del Sur. Por el lado de los hogares, este tuvo un comportamiento positivo todo el año y en la segunda mitad se aceleró, para quedar con un global anual de 3,1%.

El consumo del gobierno también creció y quedó con 3,2% anual. Rousseff aumentó las compras de equipos militares, educativos y médicos, e inició la privatización de aeropuertos, carreteras y vías de ferrocarril, algo a lo que su Partido de los Trabajadores se había opuesto.

“El gobierno también ha tenido que hacer una alta inversión en infraestructura por el mundial de fútbol que se acerca y los juegos olímpicos. Además están iniciando megaproyectos muy importantes”, señaló Luis Nelson Beltrán, doctor en desarrollo económico de América Latina.

Según José Manuel Restrepo, rector del Colegio de Estudios Superiores de Administración (Cesa), las medidas de la presidenta de Brasil eran necesarias. “Apuntan a un mejoramiento en la producción interna desde una mirada más proteccionista y trata de animar la economía por el lado del consumo interno. Creo que las medidas son efectivas, necesarias y ayudan a sostener desarrollo industrial. Pero aunque necesarias, no son suficientes”, señaló Restrepo.

La pregunta que surge ahora es qué tan efectivas seguirán siendo y si el gobierno brasileño tiene todavía margen de maniobra.

Para Alberto Naranjo, profesor de economía de la Universidad de la Sabana, el impulso no fue lo suficientemente fuerte para tener un mejor indicador. “Cuando la economía está mal uno entra con un paquete agresivo de medidas desde el principio. Yo creo que eso fue lo que hizo Brasil y hoy no tiene condiciones sanas ni espacio para seguir actuando. Lo que hecho ya quedó así”, afirmó Naranjo.

“Dilma tiene margen para más medidas. Puede fortalecer sectores selectivamente y hacer un apalancamiento de los más pobres para aumentar el consumo”, concluyó por su parte Reyes.

Las economías de la región no se contagiarían

Aunque Brasil es la economía más grande de la región y un socio comercial muy importante para varios países, analistas coinciden en que la caída del PIB en el gigante no contagiará a los demás. Si hay una desaceleración es causada más por el entorno internacional que por Brasil. Algunos incluso afirman que el tema traería beneficios a los otros países de la región. “Con este dato podría bajar la confianza de los inversionistas en Brasil, quienes buscarían otras economías que estén creciendo más. Aunque también existe el riesgo de que eso mismo los ahuyente de la región”, señaló Alberto Naranjo, profesor de economía de la Universidad de la Sabana.

Las opiniones

Giovanni Reyes
Profesor de administración de la Universidad del Rosario

“Brasil tienen que invertir en infraestructura para que la economía repunte. Pero creo que si Dilma no hubiese establecido medidas la economía no habría crecido lo que creció”.

Alberto Naranjo
Profesor de economía de la Universidad de la Sabana

“Cuando la economía está mal uno entra con un paquete agresivo de medidas. Yo creo que Brasil eso fue lo que hizo y hoy no tiene condiciones sanas ni espacio para seguir actuando”.