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Yevgueni Prigozhin, mercenario delincuente, líder del Grupo Wagner y aliado de Putin

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Hace apenas dos meses, Prigozhin aseguró que el ejército ruso había bombardeado uno de los campamentos del Grupo Wagner y llamó a la sublevación de sus soldados

Expansión - Madrid

El líder del Grupo Wagner ha fallecido este miércoles cuando el avión privado Embraer en el que viajaba se estrelló en el centro de Rusia.

Empresario, mercenario, delincuente condenado... Yevgueni Prigozhin, el líder del Grupo Wagner que hoy ha fallecido en un accidente aéreo, fue uno de los principales aliados del presidente ruso Vladimir Putin en su guerra contra Ucrania. Pero el pasado 24 de junio, todo cambió.

Hace apenas dos meses, Prigozhin aseguró que el ejército ruso había bombardeado uno de los campamentos del Grupo Wagner y llamó a la sublevación de sus soldados. Aunque el Ministerio de Defensa no tardó en negar estas acusaciones, el conflicto entre ambas fuerzas escaló hasta el punto de que Putin calificó de "traición" esta "rebelión armada" y señaló que los responsables "pagarían por ello".

El Kremlin no tardó en llegar a un acuerdo para poner fin a la revuelta, no sin castigar a su instigador. El Gobierno ruso se incautó de miles de millones de rublos en efectivo y lingotes de oro de Prigozhin, lo que supuso un duro revés para las finanzas de Wagner. Pero algunos fervientes defensores del presidente llegaron a proponer soluciones aún más duras. Andrei Gurulyov, un destacado diputado partidario de la guerra, argumentó que "en tiempos de guerra, había que fusilar a los traidores". "Cuenten los cuentos que cuenten, la única salida para Prigozhin es una bala en la cabeza", sentenció.

Prigozhin se exilió en Bielorrusia y la tensión, si bien no desapareció, se diluyó. La guerra siguió su curso, el jefe del Grupo Wagner ordenó a sus mercenarios tomarse vacaciones hasta principios de agosto y, prácticamente, desapareció del foco mediático. Su última aparición tuvo lugar este lunes cuando sugirió en un vídeo que había vuelto a África para hacer que Rusia sea "aún más grande en todos los continentes". Sin embargo, hoy volvió a acaparar todos los titulares.

Prigozhin ha fallecido este miércoles a los 62 años cuando el avión privado Embraer en el que viajaba se estrelló en el centro de Rusia. En el siniestro murieron sus diez ocupantes, entre los que también se encontraba su "mano derecha", Dmitri Utkin, antiguo oficial de la inteligencia militar rusa. Aunque, por el momento, se desconocen las causas del accidente, algunos medios y canales de Telegram barajan varias versiones, desde un atentado con bomba por orden del Kremlin a un misil de la defensa antiaérea rusa o un ataque con drones enemigos.

Nacido en Leningrado (ahora San Petersburgo) en 1961, Yevgueni Prigozhin trató de hacer carrera en el deporte, pero no tuvo éxito. Uno de los primeros datos conocidos sobre él es que, dos décadas antes de ponerse al frente del Grupo Wagner, fue condenado por robo, fraude e implicación de menores en actividades delictivas. En total, cumplió una condena de casi diez años de prisión por estos delitos y, tras ser indultado, comenzó a trabajar en el sector de la restauración.

Aunque empezó vendiendo comida rápida -concretamente, perritos calientes- , en apenas cinco años, y después de adquirir una participación en una cadena de supermercados, logró abrir su propio restaurante. A medida que expandía su negocio, Prigozhin también ampliaba su red de contactos. Pronto, Vladimir Putin se convirtió en uno de sus clientes habituales.

El oligarca llegó a ser un empresario realmente exitoso en este ámbito, tanto que su servicio de catering se encargó de distribuir comida al Ejército ruso y de los menús que se servían en los banquetes del Kremlin. Entonces empezó a conocérsele con el apodo de "el chef de Putin".

Este vínculo con el presidente fue el que le permitió entrar en el terreno político, pero su definitivo viraje hacia el negocio militar llegó en 2014 con la creación del grupo privado de mercenarios Wagner, cuyo nombre hace referencia a compositor Richard Wagner, el favorito de su fundador. Wagner no sólo ha intervenido en el conflicto de Ucrania sino que también estuvo presente en Siria, Libia y diversos conflictos armados en el continente africano (como el de Malí) y ha sido una herramienta vital para los objetivos de Rusia.

Las actuaciones del grupo le supusieron graves sanciones internacionales. Las primeras le llegaron en diciembre de 2021 procedentes de la Unión Europea por violaciones graves de los derechos humanos en varios países africanos. Además, debido a sus "acciones opacas", en 2018, el Departamento de Estado de Estados Unidos sancionó a tres de sus compañías, Internet Research Agency, Concord Management y Concord Catering, por su papel en varias campañas de interferencias y desinformación, especialmente contra la candidata demócrata Hillary Clinton, en las elecciones presidenciales de 2016, de las que salió vencedor el republicano Donald Trump.

Cuando comenzó la invasión de Ucrania, el Grupo Wagner fue reconocido de forma oficial como un aliado de Putin. No obstante, a medida que avanzaba la guerra, Prigozhin comenzó a reprobar la actuación del Ministerio de Defensa ruso durante el conflicto. Entre otras cosas, se quejó de la falta de munición para sus combatientes durante el asedio a la localidad de Bajmut y criticó que se "permitiera la muerte de miles de buenos soldados". Asimismo, declaró que Moscú invadió el país bajo falsos pretextos ideados por el Ministerio y que Rusia estaba perdiendo terreno en el campo de batalla.

Finalmente, en junio, llamó a sus mercenarios a la sublevación, golpeando la línea de flotación del frente ruso y poniendo al país al borde de una guerra civil, un error que le costó la pérdida total de confianza de Putin. Prigozhin aseguró entonces que sus hombres bloquearían la ciudad de Rostov y avanzarían hacia Moscú en tanto no tuviera en su poder al jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, y al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú. Tras la mediación del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, el líder de Wagner desistió ese mismo día y ordenó a sus hombres detener la operación. Tras su fallida rebelión, Prigozhin se exilió en Bielorrusia.

Prigozhin "no era una de las figuras más cercanas al presidente ni un confidente, simplemente hacía lo que el Kremlin quiere y lo hacía muy bien. Pero esa es la cuestión: él era parte del personal, no parte de la 'familia'", resaltó en el momento del motín Mark Galeotti, profesor del University College de Londres,.

Tras el siniestro que le ha costado la vida, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo no sentirse sorprendido por el accidente y aprovechó para mencionar al presidente de Rusia, si bien no llegó a acusarlo directamente. "No hay mucho que pase en Rusia en lo que el Putin no esté detrás, pero no tengo suficiente información para saber la respuesta", agregó.

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