Globoeconomía

México coloca bonos Samurái por US$590 millones

Ripe

Esta es la tercera colocación pública sin garantía del Gobierno Federal en el mercado Samurái y la primera emisión realizada en más de 14 años sin la participación del Japan Bank for International Cooperation (JBIC), que había actuado en las otras transacciones como garante o inversionista, explicó Hacienda.

Los bonos colocados con vencimientos en 2019, 2024 y 2034 otorgan un rendimiento al inversionista de un 0,80%, un 1,44% y un 2,57% en yenes japoneses, respectivamente informó dijo la Secretaría de Hacienda en un comunicado.

En un comunicado la dependencia informó que con esta emisión se han cubierto las necesidades de financiamiento del Gobierno de la República en los mercados financieros internacionales para el 2014.

Esta transacción, precisó, cumple con los siguientes objetivos: captar recursos en yenes al costo más bajo en la historia; ampliar la base de inversionistas y preservar la diversidad del acceso al crédito en diferentes mercados.

Además de promover el desarrollo de mercados líquidos y profundos con curvas de rendimiento que faciliten el acceso al financiamiento a una amplia gama de agentes económicos públicos y privados; y, extender el perfil de amortizaciones de los bonos de referencia en moneda extranjera.

"Este costo de financiamiento es el más bajo en la historia tanto en yenes, como para cualquier emisión a tasa nominal fija para los plazos referidos para el Gobierno Federal", destacó.

Con esta transacción, el Gobierno de México emite por primera vez en su historia un bono a 20 años en el mercado japonés, siendo el primer emisor de América Latina en la historia y el primer emisor de mercados emergentes tras la crisis financiera global en 2008 en emitir un bono a dicho plazo en ese mercado.

"La tasa alcanzada es la más baja que haya obtenido cualquier emisor emergente a dicho plazo", resaltó.

La transacción tuvo una demanda de 2,5 veces el monto emitido y contó con la participación de más de 70 inversionistas de distintos sectores del mercado japonés como bancos, fondos de pensión, aseguradoras y fondos de inversión de la región.

Los bancos agentes de la transacción fueron Nomura, Mizuho y Citigroup.