México avanza en la jornada electoral para elegir los nuevos ocupantes de la Cámara

Los mexicanos acudirán a las urnas el domingo para elegir una nueva cámara baja del Congreso, gobernadores estatales y legisladores locales, en una carrera fundamental vista como un referéndum sobre los esfuerzos del presidente Andrés Manuel López Obrador para sacudir las instituciones del país.

Con los 500 escaños en la cámara baja, 15 gobernaciones estatales y miles de puestos de liderazgo local en juego y unos 93.5 millones de mexicanos con derecho a voto, según datos del Instituto Nacional Electoral INE, esta será una de las elecciones más importantes del país.

Desde que asumió el cargo en 2018 después de una victoria aplastante, López Obrador ha ampliado el papel del estado en la industria energética y ha reducido radicalmente el costo del gobierno para canalizar recursos hacia los pobres y sus proyectos de infraestructura prioritarios.

En el proceso, ha erosionado los controles y equilibrios institucionales y ha criticado con frecuencia a los organismos autónomos, incluido el Banco de México, lo que ha provocado que los críticos den la alarma sobre una peligrosa centralización del poder.

Encuestas recientes sugieren que su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) puede perder algunos de sus actuales 253 escaños en la cámara baja, pero aún es probable que retenga una mayoría con la ayuda de los partidos aliados Verde y Laborista. El Senado no se presenta a elecciones.

Ese apoyo refleja en parte el descontento con los partidos más antiguos. Para mantenerse en la cima a largo plazo, Morena debe mejorar su historial económico, dicen funcionarios, legisladores y votantes.

Al menos una encuesta apuntó a una reñida carrera con los tres partidos de oposición que han forjado una alianza electoral pisándole los talones a la coalición liderada por Morena.

Aunque el nombre del presidente no está en la boleta electoral, una gran victoria "puede envalentonar a López Obrador para perseguir políticas más intervencionistas y podría abrir la puerta a cambios constitucionales", dijo Nikhil Sanghani, economista para América Latina de Capital Economics.

Sanghani dijo que el presidente probablemente profundizaría sus políticas centradas en el estado, especialmente en el sector energético, en los tres años que le quedan en el cargo.

López Obrador ha hecho de revertir la apertura del sector energético de su predecesor una máxima prioridad y ha reforzado a la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la eléctrica nacional Comisión Federal de Electricidad (CFE), a menudo en detrimento de la empresa privada.

Duncan Wood, del Wilson Center, con sede en Washington, dijo que López Obrador, quien describe su administración como la "Cuarta Transformación", quiere dejar una huella duradera en el panorama político de México.

"Dejar un legado duradero significa cambiar la constitución, porque si cambias la constitución, es mucho más difícil para los gobiernos que te siguen cambiarla", dijo Wood, agregando que el presidente probablemente querría centralizar aún más el poder en manos de el ejecutivo y el gobierno federal sobre los estados.

López Obrador ha señalado que ya ha cumplido con el núcleo de su agenda legislativa , sin embargo, y dice que solo unos pocos temas importantes están pendientes para la segunda mitad de su administración.

Por ley, López Obrador solo puede cumplir un mandato, por lo que es necesario mantener o ampliar una mayoría en la cámara baja para acelerar la "transformación económica y social estructural que el presidente ha estado defendiendo y allanar el camino para una sucesión política amistosa en 2024". dijo el economista de Goldman Sachs Alberto Ramos.

En la campaña previa a las elecciones del domingo, el ex presidente Felipe Calderón, un viejo adversario de López Obrador, dijo que los mexicanos estaban eligiendo entre "democracia y dictadura".

López Obrador ha rechazado repetidamente las sugerencias de que podría convertir a México en una dictadura.

Calderón, quien gobernó México por el Partido Acción Nacional (PAN) de centro derecha de 2006 a 2012, dijo que el gobierno izquierdista de López Obrador tenía poco respeto por la constitución o la ley.

"Si no detenemos esto, vamos directamente a donde está Venezuela", dijo en una discusión en línea en mayo.

Por su parte, López Obrador ha acusado a Calderón de despojarlo de la presidencia en 2006 y a menudo lo ridiculiza como parte de un sistema político corrupto.

Una derrota en las urnas para Morena y sus aliados, aunque poco probable, podría ayudar a moderar a López Obrador al crear un nuevo control sobre su poder.

Pero también podría provocar una reacción violenta.

"También podría sacar a relucir la combatividad de López Obrador y generar desafíos legales contra los resultados, más retórica anti-empresarial y una mayor polarización política", dijo Nicholas Watson, director gerente de la consultora Teneo.