México y Colombia, los países con las tasas más altas de embarazos en adolescentes

Una de las múltiples problemáticas que tienen en común los países de América Latina son las altas tasas de maternidad a temprana edad, es decir, una número considerable de adolescentes que, por diversos motivos, terminan interrumpiendo su proyecto de vida para ser madres, lo cual también repercute en el desarrollo socioeconómico de un país.

Así lo reveló un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), el cual indicó que la región de América Latina y el Caribe tiene la segunda tasa más alta del mundo en embarazos adolescentes, con 61,18%.

¿La razón?, existe allí, según el informe, una ausencia de programas de educación sexual reproductiva, falta de oportunidades para los jóvenes y altas tasas de desigualdad o pobreza. También, muchos de los casos de embarazos en adolescentes terminan siendo por violencia sexual, que desencadenan en maternidades forzadas.

Las otras regiones con altas tasas de fecundidad en adolescentes son África Subsahariana, que terminó liderando el ranking global, con 99,54%; seguido por los países árabes, con 45,25%; Medio Oriente y África del Norte, 39,39%; Este asiático y Pacífico con una tasa de 20,69%; Europa Central y Países Bálticos, con 19,18%; y la Unión Europea, con 8,74%. Pero, si se analiza por países, México y Colombia son protagonistas, por lo menos, en su región América Latina.

En el informe de la Ocde se destaca con preocupación que son México y Colombia los países que registraron en este 2022 las tasas más altas de embarazo en jóvenes de 15 a 19 años entre países de la Ocde, con 25.4% y 25% respectivamente. En cuanto al resto de países de la región que pertenecen a la organización, Costa Rica ocupa el tercer lugar, con 21,5% y Chile el cuarto, con 19%.

En Colombia, particularmente, se evidenció en el informe que, durante 2021, 106.695 adolescentes entre 15 y 19 años se convirtieron en madres. Esto es igual a decir que aproximadamente en el país 290 jóvenes dan a luz por día. Una cifra que con respecto a 2020, ha venido en aumento, pues en ese año fueron de 90.661 los embarazos en personas con edades entre 15 a 19 años.

Entre sus causas, el último informe publicado por el Dane evidencia que la situación de pobreza en la que viven muchos jóvenes en Colombia es un agravante de la situación. Para 2021, alrededor de 2,2 millones de niños y niñas entre los 10 y 14 años vivían en hogares en situación de pobreza monetaria; y en la población de 15 a 19 años, fueron 1,9 millones las personas en condiciones económicas bajas.

Esta problemática, según el Ministerio de Salud y Protección Social, además de causar repercusiones negativas en el plano biológico, genera impactos en el desarrollo personal de las personas, pues termina vulnerando sus derechos, con menores posibilidades de acceso a la educación y de oportunidades económicas; por el contrario, incide en el ingreso a temprana edad en el mercado laboral en condiciones precarias.

Un dato macro en el informe de la Ocde, que refleja desde otro punto de vista la magnitud de este fenómeno en el desarrollo de un país, es el costo que deben asumir los países por tener altas tasas de maternidad temprana. De acuerdo con el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa), tener un hijo a temprana edad en un país de América Latina cuesta 0,38% del Producto Interno Bruto (PIB) al año en promedio. Al analizar las cifras de cada nación, se encontró que los países que tienen los porcentajes de costos más elevados como representación de su PIB, son: Panamá (0,79%), Colombia (0,58%), Perú (0,56%), Paraguay (0,35%), México (0,34%), Guatemala (0,33%), Ecuador (0,26%) y Argentina (0,20%) . Para el informe, estos son porcentajes muy elevados, que podrían ser comparados con el costo que tiene para un país la vacunación contra el covid o con cerrar el canal de Panamá por más de dos meses.

Para combatir el problema, el Fondo de Población de las Naciones Unidas indicó que se debe empezar por desnaturalizar la maternidad temprana en personas de niveles económicos bajos.