Mike Pompeo dijo a Rusia que Estados Unidos no permitirá injerencia en las próximas elecciones
miércoles, 15 de mayo de 2019
Vladimir Putin abogó por restablecer relaciones entre ambas naciones
Reuters
El secretario de Estado Mike Pompeo dijo ayer a Rusia que Estados Unidos no aceptará ninguna injerencia en las elecciones presidenciales del próximo año y que quiere que Moscú tome medidas no especificadas para demostrar que no se repetiría su presunta intervención de 2016.
El presidente Vladimir Putin, quien se reunió con Pompeo en el balneario ruso de Sochi en el Mar Negro, dijo que Rusia nunca había interferido en las elecciones estadounidenses y que un informe del fiscal especial Robert Mueller, al que calificó de “objetivo en general” no había encontrado evidencia de colusión.
Putin dijo que espera que los lazos comiencen a mejorar a partir de ahora. “Tengo la impresión de que su presidente quiere reparar los lazos y quiere resolver problemas que son de interés común para nosotros”, señaló el líder ruso.
“Muchas veces hemos dicho que también queremos restablecer completamente nuestras relaciones. Espero que ahora se creen las condiciones necesarias para que eso suceda”, agregó.
Pompeo, que visitó Rusia por primera vez como secretario de estado, se había enfrentado anteriormente con el ministro de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov sobre diversos temas. Tras la reunión, ambos dijeron que sus posiciones diferían en varias cuestiones.
“Dejé en claro (...) que la injerencia en las elecciones estadounidenses es inaceptable. Si los rusos estuvieran comprometidos en eso en 2020, pondría nuestra relación en un lugar aún peor de lo que ha estado”, dijo Pompeo. “No toleraríamos eso”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo ayer al secretario de Estado estadounidense, que es hora de que Moscú y Washington dejen de lado años de desconfianzas y encuentren la forma de trabajar juntos de manera constructiva.
Los lazos entre ambos países se han visto afectados por denuncias -negadas por Moscú- que apuntan a que Rusia intentó influir en los resultados de la elección presidencial de Estados Unidos en 2016 y por diferencias en la forma de abordar los conflictos en Venezuela, Irán, Siria y Ucrania.