Nobel de Medicina reconoció hallazgo de células T, crucial en enfermedades autoinmunes
martes, 7 de octubre de 2025
Los científicos Mary Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi fueron distinguidos por sus descubrimientos sobre la tolerancia inmunitaria periférica
La Asamblea Nobel del Instituto Karolinska otorgó el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2025 a Mary E. Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi por revelar los mecanismos detrás de la tolerancia inmunitaria periférica, un proceso clave que evita que el sistema inmunitario ataque los tejidos del propio cuerpo.
Cada día, el sistema inmunitario se enfrenta a miles de microorganismos que intentan invadir el organismo. Sin embargo, distinguir entre lo que debe eliminar y lo que debe proteger no siempre es tarea fácil, pues muchos patógenos logran confundirse con las células humanas.
Los hallazgos de los tres científicos permitieron entender cómo el cuerpo mantiene el equilibrio entre defensa y autodestrucción, sentando las bases para nuevos tratamientos contra enfermedades autoinmunes. Los laureados identificaron un tipo especial de célula, conocida como célula T reguladora, que actúa como guardián del sistema inmunitario.
Estas células evitan respuestas autodestructivas y mantienen la estabilidad necesaria para que el cuerpo distinga entre lo propio y lo extraño.
“Los Nobel de medicina descubrieron la tolerancia periférica a través de los guardianes del sistema inmune denominadas células T reguladoras, las cuales previenen que el sistema inmune ataque lo propio. Estas células supervisan otras células inmunes y garantizan que nuestro sistema inmune tolere nuestros propios tejidos”, explicó Carolina Ramírez, directora del centro de enfermedades autoinmunes Crea.
La directora aseguró que, de manera práctica, evita que no todos suframos de enfermedades autoinmunes. “Hoy en día se llevan a cabo ensayos clínicos de medicamentos que ayudan a proliferar las células T reg que están disminuidas en las enfermedades autoinmunes, tales como la Rapamicina. En el caso del cáncer se buscan medicamentos que inhiban la función supresora de las Treg, buscando potenciar la respuesta inmune contra el cáncer”, añadió.
El descubrimiento
En 1995, Shimon Sakaguchi desafió la teoría dominante de la época, que sostenía que la tolerancia inmunitaria dependía únicamente del timo. Su investigación demostró que existía un segundo nivel de control en la periferia del sistema inmunitario, sustentado por un grupo de células desconocidas hasta entonces, encargadas de prevenir reacciones autoinmunes.
Años más tarde, en 2001, Mary Brunkow y Fred Ramsdell descubrieron que una mutación en el gen Foxp3 hacía que ciertos ratones fueran especialmente propensos a enfermedades autoinmunes. El equipo también comprobó que mutaciones en el equivalente humano de ese gen provocaban el síndrome Ipex, una enfermedad autoinmune severa.
Dos años después, Sakaguchi logró conectar ambos hallazgos al demostrar que el gen Foxp3 regula el desarrollo de las células T reguladoras descritas en su trabajo anterior. Estas células supervisan la actividad del resto del sistema inmunitario y garantizan que los tejidos propios no sean atacados.
“El premio Nobel de este año recononce el descubirmiento de como el sistema inmune (que nos defiende de agresiones externas, como virus o bacterias) regula su propia actividad evitando que el sistema inmune ataque a los propios tejidos del organismo, como sucede en las enfermedades que llamamos autoinmunes (por ejemplo la artritis reumatoidea, o el lupues eritematoso sistemico)”, agregó Juan Mauricio Pardo, decano de la Facultad de Medina Universidad del Rosario.
El decano explicó que es una investigación, basada en la “tolerancia inmune periférica” y encuentran como una de las células constitutivas, las células T regulatorias, se encargan de mantener este equilibrio entre una respuesta adecuada, evitando el daño a los propios tejidos.
Según el experto, estos avances permitirán, entre otros aspectos, reducir el rechazo de órganos trasplantados, mejorar la sobrevida de los pacientes y optimizar el uso de los medicamentos. “Sus descubrimientos han sido decisivos para entender cómo funciona el sistema inmunitario y por qué no todos desarrollamos enfermedades autoinmunes graves”, agregó Olle Kämpe, presidente del Comité Nobel.
Los descubrimientos de los tres investigadores sentaron las bases para nuevos enfoques terapéuticos en enfermedades autoinmunes y cáncer. Además, abren la puerta a tratamientos más eficaces en trasplantes y terapias de inmunorregulación, varios de los cuales ya se encuentran en fase de ensayos clínicos.
Los científicos
Los galardonados en Medicina son seleccionados por la Asamblea Nobel de la universidad médica sueca Instituto Karolinska y reciben un premio de 11 millones de coronas suecas (US$1,2 millones), así como una medalla de oro entregada por el rey de Suecia.
La científica Mary E. Brunkow (1961) es doctora en Filosofía por la Universidad de Princeton y actualmente se desempeña como gerente sénior de programa en el Instituto de Biología de Sistemas de Seattle, Estados Unidos.
Fred Ramsdell (1960) obtuvo su doctorado en 1987 en la Universidad de California, Los Ángeles, y se desempeña como asesor científico en Sonoma Biotherapeutics, con sede en San Francisco.
Por su parte, el investigador japonés Shimon Sakaguchi (1951) es doctor en Medicina y doctor en Filosofía por la Universidad de Kioto. Actualmente es profesor distinguido en el Centro de Investigación Fronteriza en Inmunología de la Universidad de Osaka, en Japón.
El descubrimiento de los científicos abre un nuevo campo de investigación
Las implicaciones de este hallazgo son de gran magnitud, ya que no solo abren un nuevo campo de investigación, sino que también podrían impulsar avances significativos en el desarrollo de terapias para el cáncer, las enfermedades autoinmunes y los trasplantes. “Es un hallazgo promisorio, que va a requerir más investigaciones, pero sobre un terreno ya trazado para el control de distintas situaciones en las que el sistema inmune esté alterado”, explicó Juan Mauricio Pardo, decano de la Facultad de Medicina de la U. del Rosario.