Noboa impulsa referendo sin rivales políticos fuertes pero con un clima social adverso
lunes, 20 de octubre de 2025
El electorado en Ecuador muestra señales de fatiga y gran inconformidad tras múltiples procesos electorales en un corto periodo
El presidente Daniel Noboa afrontará la campaña para el próximo referendo y consulta popular en Ecuador con una ventaja significativa: no hay una oposición partidista sólida que le haga frente. Su movimiento, Acción Democrática Nacional, ADN, se beneficia de la debilidad de las organizaciones políticas tradicionales, que atraviesan un momento de fragmentación, pérdida de influencia y falta de liderazgo.
La principal fuerza opositora, Revolución Ciudadana, atraviesa un momento complejo. Tras haber dominado el escenario legislativo durante años, ha visto reducida su representación, enfrenta divisiones internas, casos de corrupción y el retiro de figuras históricas. Otros partidos tradicionales, como el Partido Social Cristiano o Pachakutik, también están debilitados y reducidos a estructuras simbólicas, mientras que muchos movimientos menores ni siquiera superaron 1% de los votos en las últimas elecciones presidenciales.
La campaña oficial del referendo se llevará a cabo entre el 1 y el 13 de noviembre. Durante ese periodo, las organizaciones que participen deberán distribuirse un fondo de US$209.080 aprobado por el Consejo Nacional Electoral, lo que significa que cada tendencia (“Sí” o “No”) contará con aproximadamente la mitad de ese presupuesto. No obstante, el gobierno ya ha comenzado a promover su propuesta desde actos oficiales, y en el ámbito digital se ha detectado actividad publicitaria a favor del “Sí” proveniente de cuentas creadas recientemente. Además, el gasto en redes sociales carece de controles estrictos, lo que permite que diversos actores participen sin supervisión.
El contexto social también representa un desafío. El electorado muestra señales de fatiga tras múltiples procesos electorales en un corto periodo, y la inconformidad ha crecido debido a decisiones impopulares como la eliminación del subsidio al diésel, que provocó protestas con respuesta militarizada y denuncias por violaciones a los derechos humanos. Este ambiente de desconfianza ciudadana podría ser el principal obstáculo para el Ejecutivo, incluso más que los partidos políticos.
En síntesis, Noboa llega al proceso con la oposición fragmentada y sin capacidad de articular un bloque cohesionado, pero enfrenta el reto de un electorado desencantado. Con una estructura política y mediática que respalda su propuesta, la verdadera disputa podría darse no contra partidos debilitados, sino contra la desafección social que rodea al referendo.