Noviembre es considerado el mes de mayor estallido de bonos de la última década

En un año en el que poco ha ido bien en el mercado de bonos estadounidense, noviembre resultó ser un mes para los libros de récords. Los inversionistas subieron frenéticamente el precio de los bonos del Tesoro, la deuda de agencia y la deuda hipotecaria, lo que provocó el mejor mes desde la década de 1980 y provocó un poderoso repunte pan-mercado en todo, desde las acciones hasta el crédito y los mercados emergentes. Incluso las criptomonedas oscuras, el tipo de activos especulativos y súper riesgosos que lucharon cuando los rendimientos se dispararon, registraron grandes ganancias.

Para aquellos inversionistas en bonos que se preparan para un posible tercer año consecutivo de pérdidas, una racha sin precedentes en el mercado de bonos del Tesoro, el repunte era desesperadamente necesario. El índice Bloomberg US Aggregate ha tenido un rendimiento de 4,9% este mes hasta el miércoles, ya que el rendimiento del bono a 10 años, el punto de referencia para todo, desde préstamos hipotecarios hasta deuda corporativa, se hundió cerca de 0,65 puntos porcentuales hasta 4,29%.

El hecho de que el repunte se extienda hasta diciembre y luego hasta 2024 depende de si las principales fuerzas detrás de él -señales de que la economía y la inflación se están desacelerando y de que la Reserva Federal ha terminado de subir las tasas de interés- siguen aumentando.

El enfriamiento de los datos de empleo y las débiles cifras de inflación al consumidor resultaron ser una bendición para los bonos en noviembre. Y es que estos bonos del Tesoro están en el centro de una historia global, con un indicador de Bloomberg de deuda soberana y corporativa que arrojó más del 5% en noviembre, la más alta desde 2008.