Nueva Zelanda prohibirá vaporizadores de un uso para confrontar la adicción juvenil

Nueva Zelanda prohibirá los vaporizadores de un solo uso y endurecerá la normativa sobre los puntos de venta para reducir los daños a los jóvenes, según ha declarado la ministra de Sanidad, Ayesha Verrall.

Todos los dispositivos de vapeo que se vendan en Nueva Zelanda tendrán que tener baterías extraíbles o reemplazables, una vez que la normativa entre en vigor a finales de este año, dijo el martes en Wellington. Los vapeadores necesitarán mecanismos de seguridad para niños y el Gobierno no permitirá nuevos puntos de venta a menos de 300 metros de escuelas o casas de reunión tradicionales de los indígenas maoríes.

Estas medidas se suman a otras similares adoptadas en la vecina Australia, que en mayo anunció que restringiría la venta y el uso de cigarrillos electrónicos y prohibiría los vapes de un solo uso. Ambas naciones ven en el vapeo un medio para reducir el consumo de tabaco, pero también han identificado el riesgo que supone para los más jóvenes.

"Reconocemos que tenemos que encontrar un equilibrio entre evitar que los jóvenes empiecen a vapear y que los vapeadores sean una herramienta para dejar de fumar para aquellos que realmente quieren hacerlo", dijo Verrall. "Estamos creando un futuro en el que los productos del tabaco ya no sean adictivos, atractivos o fáciles de conseguir, y lo mismo debe aplicarse al vapeo".

Según el Gobierno, todos los dispositivos de vapeo que se vendan en Nueva Zelanda deberán tener pilas extraíbles o reemplazables, así como un mecanismo de seguridad para niños. También se prohibirán las marcas que puedan resultar tentadoras para los jóvenes.

Verrall dijo que los cambios en la normativa se introducirán en agosto, con un plazo de tres meses para los vaporizadores desechables y de seis meses para los reutilizables, para que la industria se asegure de que los productos cumplen la ley.

A principios de este año, entró en vigor en Nueva Zelanda una ley que aumenta la edad legal para fumar en un año cada año, prohibiendo de hecho la venta de tabaco a las personas nacidas después de 2008.