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Ocde presenta un nuevo plan contra la evasión fiscal

Expansión - Madrid

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde)  presentó ayer  el paquete definitivo de medidas para llevar a cabo una reforma “integral, coherente y coordinada” de la normativa tributaria internacional para frenar la elusión fiscal por parte de empresas multinacionales.

El documento dota a los distintos estados de soluciones para limitar los “vacíos normativos” existentes a nivel internacional que permiten que los beneficios de las empresas “desaparezcan” o sean trasladados artificialmente hacia jurisdicciones de baja o nula tributación, en las que se desarrolla una escasa o inexistente actividad económica.

Las estimaciones más prudentes indican que estas prácticas se traducen en unas pérdidas globales de recaudación en el ámbito del Impuesto de Sociedades de entre el 4% y el 10%, es decir, de entre US$100.000 y US$240.000 millones (89.193 y 214.062 millones de euros) al año.

En este sentido, la Ocde incide en que en el caso de los países en vías de desarrollo el impacto potencial es particularmente mayor, dado que su dependencia en la recaudación por este impuesto es generalmente más alta.

“La erosión de la base imponible y el traslado de beneficios no sólo afecta a todos los países en el ámbito económico, sino que se convierte además en un asunto de confianza”, afirmó el secretario general de la Ocde, Ángel Gurría.

En esta línea, denuncia que estas prácticas están privando a los países de “preciados recursos para hacer despegar el crecimiento, abordar los efectos de la crisis económica global y crear más y mejores oportunidades para todos”. “Pero por encima de esto, BEPS ha erosionado la confianza de los ciudadanos en la imparcialidad del sistema tributario mundial”, agregó.

Por ello, defendió que las medidas presentadas este lunes representan los cambios “más fundamentales” en las normas fiscales en casi un siglo, ya que pondrán fin a la doble no imposición y facilitarán una mejor alineación de la fiscalidad con la actividad económica y la creación de valor. “Cuando estas medidas sean implementadas en su totalidad, las estrategias de planificación tributaria inspiradas en BEPS resultarán ineficientes, afirmó.

El escándalo de los acuerdos fiscales de Luxemburgo reveló lo contratos secretos que mantenía el Gobierno de este país con grandes empresas como Amazon, Ikea, Apple o Credit Agricole, entre otras, para evadir impuestos.  “La crisis financiera ha sido una especie de señal de alarma para decir que ya era hora de terminar con los llamados paraísos fiscales y de acabar con la evasión fiscal. Pero la evasión fiscal es legal. En cuanto a la tributación de las multinacionales, tenemos un nuevo plan acordado por 44 países, los miembros del G20, los de la Ocde y una serie de países en desarrollo que han unido  fuerzas para cambiar la legislación”, dijo.