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Oculus, de Facebook, se opone a veda de venta de gafas de RV

Reuters

Bloomberg

El pedido de ZeniMax Media Inc. de una orden judicial que bloquee las ventas de modelos no especificados de Oculus Rift, cuyo precio es de US$600 junto con los controles, se produce tras un veredicto de US$500 millones en febrero sobre aseveraciones de que Oculus y algunos de sus ejecutivos se apropiaron de información confidencial cuando diseñaron el prototipo de las gafas.

Facebook compró Oculus en 2014 por US$2.000 millones. El máximo ejecutivo, Mark Zuckerberg, ha dicho que la apuesta de la compañía a la realidad virtual como la próxima gran plataforma de computación llevará años en rendir frutos. En la actualidad, las gafas son más populares entre jugadores de videojuegos, no el público general. Pero las proyecciones de Bloomberg Intelligence muestran que el mercado de hardware de realidad virtual y aumentada puede superar los US$40.000 millones en ventas en 2020.

Una prohibición de ventas supondría una penalidad injusta para Oculus y sus socios de negocios y clientes, argumentó la empresa en una presentación en un tribunal federal de Dallas, donde se prevé una audiencia sobre la solicitud de un mandamiento judicial de ZeniMax el martes.

"No serviría a nadie más que a ZeniMax, que lo utilizaría sólo como presión para tratar de extraer dinero de Oculus", dijeron los abogados de Oculus en la presentación. "La medida cautelar crearía una ganancia inesperada para ZeniMax mientras que impide que el público disfrute de los productos innovadores de Oculus".

Es difícil conseguir el retiro de un producto del mercado en estos tipos de casos, incluso cuando los dos partes son competidores directos. Si el juez decide que ZeniMax puede reponerse con dinero, entonces es poco probable que interrumpa el negocio de Facebook. El juez federal de distrito Ed Kinkeade tendrá en cuenta las posibilidades de Facebook de ganar en la apelación, el daño existente o potencial a cada empresa y qué es del interés público.

Oculus dijo que la reingeniería del software para que Rift funcione evitando la disputada tecnología no sería fácil.

La compañía "tendría que contratar a ingenieros de sala blanca para hacer innumerables cambios no sólo a los fragmentos de código que ZeniMax presentó en el juicio, sino a muchos otros segmentos de código interrelacionados e interdependientes", según la presentación de Oculus. "El proceso sería largo, laborioso y costoso".

Los representantes de ZeniMax y Oculus se negaron a discutir aspectos específicos de cómo un mandamiento judicial afectaría las ventas de la actual gama de productos Rift. Una portavoz de Oculus dijo que habría "efectos comerciales", pero se negó a brindar detalles.

Oculus también estaba por pedir a Kinkeade en la audiencia del martes que desestime el veredicto de febrero o reduzca los daños a no más de US$50 millones, diciendo en un expediente que esa cantidad refleja el valor de "un pago único de licencia para usar material protegido por derechos de autor”.