Globoeconomía

Papa Francisco se posesiona oficialmente el próximo martes

Reuters

A pesar de que el Papa Francisco dio esta mañana su primer ángelus ante los feligreses que acudieron de todas partes del mundo, la nueva cabeza de la Iglesia católica tomará posesión oficialmente el próximo martes.

En esta ocasiín, el Papa Francisco dirigiéndose a una enorme multitud de más de 150.000 personas reunida en la Plaza de San Pedro, pidió a los fieles que sean más indulgentes y misericordiosos y que no se apresuren a condenar los errores de los demás. "Un poco más de misericordia hace del mundo un lugar menos frío y más justo", dijo desde la ventana del estudio papal con vistas a la plaza, ante una multitud que lo vitoreaba en su primer Ángelus.
Cuatro días después de su elección, el antiguo cardenal argentino Jorge Bergoglio habló como Papa y al mismo tiempo como un sacerdote de parroquia, en una misa ofrecida previamente a unos pocos cientos de trabajadores del Vaticano en una pequeña iglesia dentro de los muros de la ciudad-Estado.
Gritos de "Francesco, Francesco, Francesco", el nuevo nombre del Papa en italiano, resonaron por toda la plaza y a lo largo del bulevar que lleva al río Tíber.
Desde su elección el miércoles como el primer pontífice no europeo en casi 1.300 años, Francisco ha dado señales de un cambio radical de estilo respecto a su antecesor, Benedicto XVI, un hombre más distante, y trazó un camino claro para la moral de la Iglesia compuesta por 1.200 millones de miembros, que se ve acosada por escándalos, intrigas y luchas.
"Hermanos y hermanas, buenos días", dijo, utilizando un estilo familiar que se ha convertido en su seña de identidad. Dedicó sus palabras desde la ventana, al igual que hiciera en su primera homilía, a la historia del evangelio sobre la multitud que quería lapidar a una mujer que había cometido adulterio.
Jesús les dijo "aquellos que estén libres de pecado, que arrojen la primera piedra", y después dirigiéndose a la mujer dijo "vete y no peques más".
"Creo que nosotros somos a veces como estas personas, que por una parte quieren escuchar a Jesús, pero por otro lado, a veces nos gusta arrojar piedras y condenar a otros. El mensaje de Jesús es este: misericordia", dijo en la misa matutina.
"He venido porque me encanta este Papa", dijo Anna Barone, una mujer mayor del sur de Italia mientras estiraba el cuello para poder ver al nuevo Pontífice. "Espero que esto signifique un futuro mejor para la Iglesia. Parece tener buenas intenciones. La Iglesia debe ser pobre en espíritu, no sólo en bienes materiales. Tiene que acercarse más a la gente. Tengo muchas esperanzas", dijo.
En una señal de reconocimiento por haber adoptado el nombre de San Francisco de Asís, que predicó a animales y defendió la naturaleza, un grupo portaba una pancarta en la que se leía: "Amantes de los animales y animales dan gracias al Papa".
Estar abierto a la misericordia
En sus dos intervenciones, el Papa dijo que la gente debería estar abierta a la misericordia de Dios, incluso aquellos que han cometido graves pecados. "El señor nunca se cansa de perdonar, nunca. Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón", dijo en la misa.
La multitud en la plaza se rió cuando mencionó un libro del cardenal alemán Walter Kasper. "Me gustó mucho ese libro pero no creáis que estoy tratando de hacer publicidad de los libros de mis cardenales", sostuvo.
Antes de entrar en la pequeña iglesia de Santa Ana para la misa de la mañana, Francisco se paró a saludar a la gente que había hecho fila en el exterior de una puerta cercana del Vaticano. Habló y rió con muchos de ellos antes de señalar su reloj de pulsera negro y decir: "Son casi las 10. Tengo que ir a dar la misa adentro. Me están esperando". Dentro, llevaba la vestimenta púrpura de la temporada litúrgica de la Cuaresma, que termina en dos semanas con el domingo de Pascua.
Al final de la misa, esperó fuera de la iglesia para saludar a la gente que abandonaba el edificio, como un sacerdote de parroquia, y a muchos les pidió: "Rece por mí". Sus últimas palabras antes de abandonar la ventana fueron: "Buen domingo y buena comida".