París pierde un ícono turístico de más de 850 años por las llamas de Notre Dame

Miles de personas se aglutinaron en las inmediaciones de isla de la Cité en París para observar desconsolados las llamas que consumían el techo de la catedral de Notre Dame, una de las obras más apreciadas del patrimonio histórico de la humanidad con 856 años de historia. En el desarrollo de la catástrofe, las autoridades emplearon alrededor de 400 bomberos que aseguraron la estructura de la iglesia y salvaguardaron como pudieron la mayor cantidad de arte posible, no obstante, la aguja de la torre principal cayó por el desgaste y la cubierta del techo tiene daños irreparables.

“Por el momento, es difícil calcular cuánto tiempo podría tardar la restauración de la catedral, sin embargo, se sabe que los daños a los arcos apuntados, los vitrales y en general el arte ya no podrán recuperarse. La estructura resistió gracias a su composición de piedra”, dijo Martín Anzellini, experto de la Academia de Arquitectura Mendrisio en Suiza.

De acuerdo con el último informe de turismo de MasterCard, París fue la tercera ciudad más visitada en el mundo durante 2018 con un total de 30 millones de turistas extranjeros. De esa cuota, 13 millones visitaron la catedral. Si se tiene en cuenta que la entrada por adulto a la catedral es de 8,5 euros ($30.000), se puede indicar que la ciudad dejará de percibir 110 millones de euros ($390.000 millones) anuales en entradas a la iglesia.

Aunque no hay una cifra oficial de cuánto valdrá la restauración ni de las pérdidas totales por su valor histórico, las autoridades estimaban que restaurar toda la iglesia, antes del incendio, tendría un valor de 100 millones de euros. Las obras que se adelantaban en la cubierta, las que posiblemente causaron el accidente, costaron seis millones de euros ($21.100 millones) y se extenderían hasta el siguiente año.

“Todo lo que había en la catedral y que se haya perdido no puede recuperarse, pues el incendio fue justo donde se depositaban piezas de arte únicas entre las que había pinturas, esculturas y vitrales”, indicó Alfonso Gómez, director de la carrera de arquitectura en la Universidad Javeriana.

Además de estas obras, son muchas las que corrieron el riesgo de perderse para siempre, como el órgano musical de Aristide Cavaillé-Coll, quien integró una caja decorada con autómatas y fue interpretado por compositores como Louis Vierne, por mencionar uno.

“Esta catedral es el reflejo de la arquitectura mundial, pues representa a la perfección el estilo gótico y medieval. Si hoy en día una persona siente su majestuosidad apenas ingresa, imagine lo que representaba para los habitantes de 1350”, añadió Anzellini.

Los expertos aseguran que las llamas se proliferaron en la estructura superior por su composición en madera, lo que además hizo difícil que los bomberos lograran apagar el fuego y tuvieran que controlarlo desde el exterior.

“Básicamente, todo el techo cayó. No veo ninguna esperanza para el edificio”, indicó Jacek Poltorak uno de los testigos que presenció el evento.

Si bien son muchas las incógnitas que deja el incendio, uno de los peores eventos registrados para la comunidad católica en Semana Santa, algunos se refieren a los trabajos que se estaban haciendo como los culpables de la catástrofe.

“Definitivamente habrá una evaluación sobre los daños y se estimarán los gastos sobre cómo compensar parcialmente los que las llamas se llevaron. Algunas asociaciones y varios organismos ya están invocando colectas para recuperar ese pedazo de historia”, agregó el director de la carrera en la Javeriana.

Hasta el momento, el cuerpo de bomberos reportó que pudieron preservar las dos torres de la iglesia y salvar varias obras.