Partido Laborista señaló que subsidio al combustible habría puesto en riesgo la libra

Gran Bretaña se habría enfrentado a una corrida de la libra, tasas de interés más altas y una crisis económica si la Canciller Rachel Reeves no hubiera desechado un pago de combustible de invierno para 10 millones de jubilados para llenar un agujero en las finanzas públicas, dijo la líder de la Cámara de los Comunes, Lucy Powell.

En declaraciones a los medios de comunicación el domingo, pareció establecer un vínculo entre la herencia del Partido Laborista y el colapso provocado por la ex primera ministra Liz Truss, cuyo desprecio por la prudencia fiscal hace dos años causó un colapso del mercado de bonos del Estado y un aumento vertiginoso de los costos hipotecarios.

La decisión de Reeves de evaluar los medios del beneficio, que asciende a US$393,96 por pensionista durante los meses más fríos, ahorra US$1.800 millones este año y fue el elemento más controvertido de los US$7.222 millones en recortes que anunció a fines de julio.

Powell dijo que “no había alternativa” porque Reeves había descubierto “un enorme agujero negro adicional para este año financiero actual, endeudándose más de lo que nadie imaginaba”.

Reeves dio a conocer los recortes de gasto después de identificar US$28.759 millones en gastos excesivos no declarados heredados del gobierno conservador, una afirmación cuestionada por los conservadores.

"Si no hubiéramos tomado algunas de estas difíciles decisiones, podríamos haber visto una fuga de la libra, un aumento de las tasas de interés y un desplome de la economía", dijo Powell a Times Radio. Los costos de endeudamiento del gobierno del Reino Unido han aumentado desde la aplastante victoria del Partido Laborista, lo que indica preocupación en los mercados .

Reeves y el primer ministro Keir Starmer están bajo presión de los miembros del Partido Laborista por los pagos de combustible de invierno y es probable que enfrenten preguntas airadas sobre el tema esta semana cuando termine el receso de verano del Parlamento.

James Meadway, ex asesor del Partido Laborista, dijo en X: “No se habría producido una corrida de la libra si el gobierno hubiera decidido no congelar a muerte a unos cuantos pensionistas más este invierno”.

Los Demócratas Liberales, el tercer partido más grande del Reino Unido, y los conservadores han pedido una votación en el Parlamento. Se trata de una distracción no deseada para el gobierno, ya que los legisladores vuelven a trabajar esta semana. El Partido Laborista tiene una agenda muy apretada, ya que ha tenido poco tiempo legislativo desde que ganó las elecciones generales en julio.

Quiere impulsar reformas de planificación y cambios en los derechos de los trabajadores mientras Reeves prepara el presupuesto del 30 de octubre, que advierte que será "doloroso".

El optimismo en el Reino Unido se ha desplomado entre los jefes de empresa, que temen aumentos de impuestos en el presupuesto además de leyes laborales más estrictas, según una encuesta realizada por el Instituto de Directores durante el fin de semana.

La Secretaria de Estado de Vivienda, Comunidades y Gobierno Local, Angela Rayner, que lidera las reformas de los derechos de los trabajadores y la planificación, responde hoy a las preguntas. También podría responder a un llamamiento de la Asociación de Gobiernos Locales para que el Tesoro levante el límite de 5% a las subidas del impuesto municipal para aliviar las presiones presupuestarias. Reeves se dirigirá al parlamento el martes.

El inicio de la actividad parlamentaria también calentará la carrera por el liderazgo del partido conservador. Seis conservadores compiten por suceder a Rishi Sunak como líder, y el miércoles se celebrará una primera votación entre los parlamentarios conservadores para reducir el número de candidatos a cuatro.

Kemi Badenoch, secretaria de comunidades en la sombra, y el secretario del Interior en la sombra, James Cleverly, pronunciarán discursos el lunes mientras se preparan para la posible votación eliminatoria del miércoles.

Badenoch, la favorita de las casas de apuestas, pedirá una “renovación” del Partido Conservador. “Si los conservadores quieren volver a merecer la confianza del pueblo británico, no podemos quedarnos sentados señalando lo terrible que es el Partido Laborista… por divertido que sea”, piensa decir.

Cleverly abogará por un Estado más pequeño, basado en una “sociedad que priorice la familia” y que dé participación a los jóvenes. Quiere un Estado que haga “menos cosas muy bien, no todo mal”. “Un mundo inestable, migración global y una crisis de confianza en el capitalismo. Debemos trabajar juntos para ofrecer soluciones conservadoras a estos problemas”, planea decir Cleverly, según extractos publicados previamente. “Las soluciones de la izquierda no funcionan y no funcionarán”.

El próximo líder conservador, el sexto del partido en ocho años, será elegido en noviembre.