Pemex probará el diésel bajo en azufre para impulsar su producción de combustible
lunes, 6 de mayo de 2024
La estatal mexicana apunta a que refinerías produzcan 1,5 millones de barriles para el cierre de 2024 y 1,2 millones en septiembre
Bloomberg
Una nueva refinería operada por la petrolera estatal de México está iniciando pruebas para producir diésel con contenido ultra bajo de azufre, allanando el camino para una mayor producción nacional a medida que crece la demanda del combustible en el país.
“Hoy vamos a comenzar a probar las plantas de diésel con diésel ya refinado que nos permitirá comenzar a producir diésel ultrabajo en azufre”, dijo el viernes el director ejecutivo de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero, durante la rueda de prensa diaria del presidente Andrés Manuel López Obrador. “En las próximas semanas comenzaremos a probar la gasolina regular y luego la gasolina sin plomo”.
Las pruebas en la refinería insignia de la compañía, Dos Bocas, en el estado de Tabasco, comienzan cuando la demanda interna alcanza un máximo de seis meses en medio de una fuerte actividad económica. En otros lugares, los mercados globales están luchando en medio de crecientes inventarios y caídas de márgenes de ganancias después de que un invierno cálido disminuyó la demanda de combustible para calefacción.
El aumento de la producción interna significa que México podría importar menos. En marzo, aproximadamente 60% de todo el diésel consumido en el país se importó de otros mercados, incluido Estados Unidos.
Pemex espera que la producción de sus refinerías alcance casi 1,5 millones de barriles por día para finales de año, y para septiembre se producirán alrededor de 1,2 millones de barriles diarios de gasolina, diésel y combustible para aviones, dijo Romero.
La compañía también planea buscar aprobación para explorar 45 nuevos pozos durante la próxima administración presidencial, y estima que las reservas totales de petróleo alcanzarán alrededor de 7.500 millones de barriles para fines de este año, según Romero.
Se espera que una nueva planta de coque en la refinería de Pemex en Tula, en el estado de Hidalgo, comience a operar en julio, mientras que la construcción de una segunda planta de coque en Salinas Cruz, Oaxaca, estará completada aproximadamente a la mitad en septiembre, afirmó Romero.
Las proyecciones llegan una semana después de que Pemex registrara una ligera ganancia en el primer trimestre debido a que la producción cayó, y el apoyo del gobierno ayudó a apuntalar a la endeudada empresa. La producción se ha reducido a menos de la mitad de lo que era hace dos décadas.
Pemex es uno de los mayores desafíos que heredará el próximo presidente de México. Recortar su carga de deuda de casi US$102.000 millones (la mayor cantidad de cualquier compañía petrolera a nivel mundial) es clave para impulsar la producción, dado que el dinero que podría gastarse en reparar infraestructura obsoleta se está utilizando en cambio para cubrir pagos de intereses.