Perú incumpliría otra vez su meta de déficit fiscal este año, según análisis de Moody's
jueves, 22 de agosto de 2024
El ejecutivo de Moody’s, Jaime Reusche, indicó que el problema del alto nivel de déficit fiscal provendría de la falta de ingresos
Gestión - Lima
“No nos da. Sencillamente, no nos da que se llegue a 2,8% del PBI (de déficit fiscal en este año)”, señaló Jaime Reusche, vicepresidente del Grupo de Riesgo Soberano de Moody’s, en relación con la reciente meta planteada por el Gobierno peruano.
“El Gobierno tiene una meta de 2,8% del PBI. Nosotros no creemos que se llegue (a ese nivel). Así, se terminaría, por segundo año consecutivo, pasando la meta de déficit fiscal. (En Moody’s) creemos que vamos a llegar a 3,2% del PBI”, subrayó durante la realización del Inside Latam: Perú 2024, organizado por la calificadora de riesgo.
Horas más tarde durante conferencia del Consejo de Ministros, el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), José Arista, “ratificó” su proyección que se cumplirá la meta de déficit de 2,8% del PBI. Es más, durante el reciente evento organizado por Gestión: “Perspectivas 2025″, el titular del MEF se animó a incluso hablar de 2,7%.
“Va a ser muy difícil llegar a esa meta de 2,8%. Es algo distinto. Jamás se ha dudado de la credibilidad fiscal del Perú, al menos, en los últimos 20 años, pero ahora con un segundo año donde muy probablemente se va a exceder la meta fiscal (es complicado). Más aún cuando ya ha sido revisado (el límite). Se empezó con una meta de 2%, luego se revisó a 2,5% y, ahora, a 2,8%. Y, ahora, incumplirla. Sí pesa sobre la credibilidad fiscal. Nos dice que algo está cambiando”, se explayó Reusche.
Detrás de las cifras
Reusche destacó el repunte que viene mostrando la economía en los últimos meses, principalmente, en el segundo trimestre. Esto viene acompañado de un sector privado “más optimista”. Sin embargo, esta tendencia no se replica en el ámbito fiscal.
“Hay pocas preocupaciones por el lado económico. Sí hay más preocupaciones por el lado fiscal. El déficit fiscal se ha ensanchado fuertemente y no está respondiendo ante la recuperación de la economía: los ingresos siguen débiles. El nivel de déficit llegó a niveles que no hemos visto, descontando la pandemia, desde 1999″, subrayó.
A mayor detalle, Reusche indicó que el gasto del Gobierno está compuesto por dos componentes. Por un lado, está el destinado a la inversión pública, donde el nivel nacional muestra un importante dinamismo.
“Este es un gasto saludable. Es importante gastar en infraestructura. Relativamente es productivo. Sería contraproducente frenar el gasto de la inversión pública”, mencionó. El segundo, que sí observó, es el vinculado a los gastos corrientes y que han surgido desde iniciativas del Congreso.
A partir de este escenario, el ejecutivo de Moody’s indicó que el problema del alto nivel de déficit fiscal provendría de la falta de ingresos.
“Se esperaba que, este año, los ingresos reboten, pero no lo han hecho tan rápido como se esperaba.El IGV está empezando a dar señales de recuperación, pero el IR todavía va a demorar”, analizó.
Reusche señaló que “siempre hay un margen para mejorar la recaudación”, dada la evasión generalizada en el país. Sin embargo, apuntó como causa de esta inacción la falta de voluntad política del actual Gobierno y Congreso.
“El mismo MEF estima que se recauda, aproximadamente, solo 50% de lo potencial de IR y 30% del IGV, ante la evasión y elusión. Siempre hay un margen para ajustar tuercas, pero parece que no está en la agenda del Gobierno a nivel político. Hay una resistencia de la parte política, como que te puede generar cierta desaprobación en la ciudadanía”, subrayó.
¿Revisión de calificación?
Reusche subrayó que se encuentran “evaluando” el nivel de calificación del Perú (actualmente en Baa1 y con perspectiva negativa).
“(El escenario) nos dice que se debería tener una perspectiva estable. La pregunta es a qué nivel: si al Baa2 o al Baa1. Sabemos que es temporal (incumplir el déficit), pero a futuro no va a ser tan fácil el manejo. A nivel cualitativo, estos temas institucionales (de deterioro) nos indica que están cambiando el ADN del Perú”, apuntó.
Aunque Reusche señaló que aún no han llegado a una conclusión, precisó que están “un poco más próximos, en los siguientes meses, de definir cuál es la postura”.
“La postura fiscal no es la que esperábamos. Tampoco creo que era la que esperaban las autoridades económicas. Tenemos que ver si es que las fortalezas que aún existen en el perfil crediticio pueden contrarrestar (esta situación fiscal)”, indicó.
El deterioro de la institucionalidad en el país es uno de los principales riesgos para el perfil crediticio, explicado en que cada vez se ignora, en mayor medida, dijo, las recomendaciones de los tecnócratas.
“Esas instituciones políticas malas o débiles se han vuelto absolutamente nefastas, han perdido el respeto a los tecnócratas. Eso cambia el ADN del Perú”, puntualizó.