Halliburton fue víctima de un ciberataque que afectó sus operaciones comerciales

La firma estadounidense de servicios petroleros Halliburton fue víctima de un ciberataque, según una persona familiarizada con el asunto.

Halliburton dijo que estaba al tanto de un problema que afectaba a ciertos sistemas de la empresa y que estaba trabajando para determinar la causa y el impacto del problema. La empresa también estaba trabajando con "expertos externos destacados" para solucionar el problema, dijo un portavoz en un comunicado enviado por correo electrónico.

El ataque pareció afectar las operaciones comerciales en el campus de la compañía en el norte de Houston, así como algunas redes de conectividad global, dijo la persona, que se negó a ser identificada porque no estaba autorizada a hablar oficialmente.

La compañía ha pedido a algunos empleados que no se conecten a las redes internas, dijo la fuente.
Halliburton, con sede en Houston, Texas, es una de las empresas de servicios petrolíferos más grandes del mundo y ofrece servicios y equipos de perforación a importantes productores de energía de todo el mundo. A fines del año pasado, tenía casi 48.000 empleados y operaba en más de 70 países.

Los ciberataques han sido un gran dolor de cabeza para la industria energética. En 2021, los piratas informáticos atacaron el oleoducto Colonial con ransomware, lo que provocó un corte de varios días en la principal línea de suministro de combustible.

Esa violación, que el FBI atribuyó a una banda llamada DarkSide, provocó un aumento en los precios de la gasolina, compras de pánico y escasez localizada de combustible.

Numerosas empresas estadounidenses han sufrido ataques de ransomware en los últimos años, entre ellas UnitedHealth Group gigantes del juego como MGM Resorts International, Caesars Entertainment y el fabricante de bienes de consumo Clorox.

Si bien no está claro qué es lo que está sucediendo exactamente en Halliburton, el software de rescate funciona cifrando los datos de las víctimas. Por lo general, los piratas informáticos ofrecen a la víctima una clave a cambio de pagos en criptomonedas que pueden ascender a cientos de miles o incluso millones de dólares.

Si la víctima se resiste, los piratas informáticos a veces amenazan con filtrar datos confidenciales en un intento de aumentar la presión.

Por ejemplo, el grupo de ransomware DarkSide, sospechoso del ataque al oleoducto Colonial Pipeline, afirmó que quería ganar dinero. El director ejecutivo de Colonial Pipeline dijo que su empresa pagó un rescate de US$4,4 millones porque los ejecutivos no estaban seguros de la gravedad de la vulneración de sus sistemas ni de cuánto tiempo llevaría restaurar el oleoducto.