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PIB de EE.UU. se expandió 2,8% el tercer trimestre y supera los pronósticos

Reuters

La economía de Estados Unidos creció a un ritmo más veloz de lo esperado en el tercer trimestre debido a que las empresas reabastecieron sus almacenes, pero una desaceleración en el gasto del consumidor y en la inversión empresarial apuntaba a una debilidad subyacente

El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos se expandió a una tasa anual del 2,8% en el tercer trimestre, su mayor crecimiento desde el período de julio a septiembre del 2012, dijo el Departamento de Comercio.

La lectura representó una aceleración respecto al avance del 2,5% en el PIB del segundo trimestre y superó las expectativas de los economistas de un crecimiento del 2%.

Los detalles de la primera estimación del PIB del tercer trimestre fueron en general débiles, con una contribución de los inventarios de 0,83 puntos porcentuales al crecimiento del producto interno bruto.
Excluyendo inventarios, la economía creció a una tasa de un 2,0% tras expandirse a un ritmo del 2,1%

El gasto del consumidor y de las empresas se desaceleró con fuerza, lo que dio al reporte un tono débil y validó la decisión de la Reserva Federal de mantener sin cambios su programa de compras de bonos por US$85.000 millones mensuales.

Con las perspectivas de crecimiento no tan buenas, no se prevé una reducción de las compras este año. Esos estímulos apuntan a mantener bajas las tasas de interés.

El gasto del consumidor, que responde por más de dos tercios de la actividad económica en Estados Unidos, se expandió a una tasa del 1,5%, la más lenta desde el segundo trimestre del 2011.
En el período de abril a junio, aumentó a una tasa del 1,8%.

Parte de la desaceleración en el consumo es atribuida a la débil demanda por energía debido a un inusual clima frío en el verano. Sin embargo, los hogares también han estado recelosos de realizar gastos debido a que el ritmo de creación de empleos se desaceleró significativamente durante el trimestre.

Otro informe del Departamento del Trabajo sugirió que el mercado laboral siguió mejorando gradualmente.

Las solicitudes iniciales de subsidios por desempleo cayeron en 9.000 a una cifra desestacionalizada de 336.000 la semana pasada. Economistas consultados por Reuters pronosticaban que los pedidos iniciales de beneficios por desempleo caerían a 335.000 la semana pasada.

Paralización federal
El panorama económico incierto está haciendo que las empresas sean cautelosas a la hora de aumentar las contrataciones. También están conteniendo los gastos en bienes de capital.

La inversión de las empresas bajó, en mayor parte debido a gastos en equipamiento, que cayeron por primera vez desde el tercer trimestre del 2012. El gasto en estructuras no residenciales, incluyendo al sector de minería y perforaciones petroleras, subió por segundo trimestre consecutivo.

La economía creció a un ritmo de un 1,8% en la primera mitad del 2013, contenida por un endurecimiento de la política fiscal a comienzos de año.

Se esperaba que el crecimiento se acelere en el cuarto trimestre en la medida en que se disipe la presión por la política fiscal.

Sin embargo, se prevé que una paralización parcial de 16 días del Gobierno federal a comienzos de octubre pesará sobre el crecimiento en los últimos tres meses del año.

Además de los inventarios, la economía obtuvo algo de apoyo por una desaceleración del crecimiento de las importaciones, que ayudó a limitar el incremento en el déficit comercial. El comercio neto agregó 0,31% en la expansión en el tercer trimestre.

El declive en el gasto del Gobierno parecía cercano a llegar a su fin en el tercer trimestre, con un sólido incremento en el desembolso por parte de autoridades estatales y locales.

El gasto del Gobierno creció por primera vez en un año, aunque los desembolsos federales siguieron bajando. Economistas afirman que la disipación de esa presión fiscal habría puesto a la economía en un camino más sólido de crecimiento en el cuarto trimestre si no hubiera sido por la paralización.

El mercado inmobiliario pareció aguantar bien un alza en las tasas hipotecarias, con un sólido incremento en el gasto en construcciones residenciales.

Otros detalles del informe del PIB mostraron cierta aceleración en la inflación en el trimestre, pero no lo suficiente como para alterar el panorama de presiones benignas de precios