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¿Por qué la Casa Blanca permite que Ucrania ataque a Rusia con los misiles de EE.UU.?

Bloomberg

Los misiles, fabricados por Lockheed Martin, pueden lanzarse desde la plataforma Himars, que Estados Unidos suministra a Ucrania

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Ucrania ha pedido durante meses a Estados Unidos que le permita utilizar armas de fabricación estadounidense para atacar objetivos militares dentro de Rusia, más allá de la zona fronteriza. Ahora, cuando se acerca el final de su presidencia, Joe Biden ha cedido y ha levantado algunas restricciones, según personas familiarizadas con la decisión.

Según el nuevo enfoque, Ucrania puede utilizar estas armas contra objetivos relacionados con sus operaciones en la región de Kursk, una parte del territorio ruso que ocupó durante el verano y que está luchando por mantener frente a los ataques de las fuerzas rusas y norcoreanas.

La marcha atrás de Estados Unidos es una respuesta a la decisión de Corea del Norte de enviar más de 10.000 tropas a Kursk como parte de una alianza cada vez más profunda con Moscú, así como a la intensificación de los ataques rusos contra la infraestructura energética de Ucrania, dijeron las personas con conocimiento del asunto.

¿Qué armas cubre la decisión de EE.UU.?

La aprobación estadounidense se aplica a los sistemas de misiles tácticos del ejército, conocidos como Atacms, de fabricación estadounidense. Estos misiles guiados supersónicos tienen un alcance de unos 300 kilómetros y pueden transportar municiones convencionales o de racimo.

Los misiles, fabricados por Lockheed Martin, pueden lanzarse desde la plataforma Himars, que Estados Unidos suministra a Ucrania, y la plataforma Mlrs M270, enviada por países como el Reino Unido. Ucrania lleva meses disparando sus drones de fabricación casera hacia el interior de Rusia, pero las armas estadounidenses son más destructivas.

¿Qué están haciendo los demás aliados de Ucrania?

El Reino Unido está evaluando la posibilidad de permitir que Ucrania dispare sus misiles de crucero Storm Shadow hacia el interior de Rusia.

Los funcionarios franceses elogiaron en privado la decisión de Biden, y el ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, dijo que Francia seguía abierta a permitir que Ucrania utilizara sus misiles de largo alcance para atacar objetivos militares dentro de Rusia. Francia suministra a Ucrania misiles Scalp de largo alcance.

Alemania reiteró su negativa a suministrar misiles de crucero Taurus de largo alcance después de que se conociera la decisión de Estados Unidos.

¿Cómo podría la decisión de EE.UU. afectar el curso del conflicto?

Al defender la aprobación estadounidense, los funcionarios de Ucrania (cuyo presidente Volodymyr Zelenskiy se ha quejado durante mucho tiempo de las limitaciones al respaldo militar estadounidense) dijeron que necesitan la capacidad de atacar las bases aéreas y los aviones que Rusia usa para ataques con bombas planeadoras y misiles, así como redes logísticas y de comando.

Hace poco más de un año, Estados Unidos autorizó a Ucrania a utilizar misiles estadounidenses de corto alcance contra objetivos situados en zonas de Ucrania ocupadas por Rusia. Kiev afirmó que esos ataques tuvieron un gran impacto en el campo de batalla.

Pero los funcionarios aliados no esperan que la última autorización tenga un impacto comparable, al menos por ahora, o que cambie dramáticamente el equilibrio del conflicto, donde las fuerzas de Ucrania han estado perdiendo terreno en los últimos meses en medio de una fuerte presión de tropas rusas más numerosas y mejor equipadas.

El Pentágono dijo en septiembre que Rusia ya había sacado del alcance de los Atacms 90% de los aviones que utiliza para lanzar misiles planeadores y ataques con misiles contra Ucrania. Además, Ucrania cuenta actualmente con suministros limitados de misiles, que pueden costar más de US$1 millón cada uno.

¿Cómo responderá Rusia?

Desde que se hicieron públicos los llamamientos de Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha advertido de que Rusia consideraría el uso de armas estadounidenses en zonas más profundas de su país como una escalada.

En septiembre, amenazó con que Rusia consideraría la medida como una “participación directa” de los países de la Otan en la guerra en Ucrania, aunque no explicó cómo respondería Moscú.

En una conferencia de prensa celebrada el 18 de noviembre, el portavoz de Putin, Dmitry Peskov, dijo que la decisión estadounidense provocaría una “nueva ronda de tensión cualitativamente”.

Los funcionarios occidentales han dicho que Rusia podría tomar represalias intensificando los esfuerzos de sabotaje en países aliados con Ucrania y posiblemente ayudando a grupos respaldados por Irán a atacar a las fuerzas estadounidenses en el Medio Oriente.

¿Por qué Estados Unidos cambió de opinión?

Personas familiarizadas con el asunto dijeron que la decisión de la Casa Blanca fue una respuesta al aumento del apoyo de Corea del Norte al ejército de Putin y al incremento de los ataques con misiles y aviones no tripulados rusos contra Ucrania.

Estados Unidos y sus aliados están sumamente preocupados por el acuerdo de Corea del Norte de desplegar sus fuerzas en combate en apoyo de Rusia. Las evaluaciones de algunos gobiernos sugieren que Corea del Norte podría llegar a enviar hasta 100.000 soldados a Rusia, en grupos, con tropas rotando con el tiempo.

Biden también está buscando formas de fortalecer a Ucrania dos meses antes de que termine su presidencia y Donald Trump regrese al cargo con la promesa de poner fin a la guerra rápidamente.

Al mismo tiempo, funcionarios estadounidenses han advertido que suministrar más misiles a Ucrania podría dejar a las fuerzas estadounidenses sin esa arma vital.

¿Qué dice la administración entrante de Trump sobre esto?

“Es otro paso en la escalada de violencia. Y nadie sabe a dónde va esto”, dijo el 18 de noviembre Mike Waltz, el congresista de Florida nominado por Trump para ser asesor de Seguridad Nacional, sobre la decisión de la administración Biden, reiterando que el presidente electo planea negociar el fin de la guerra.

El hijo de Trump, Don Jr., publicó en X que la decisión corría el riesgo de provocar una “Tercera Guerra Mundial”, haciéndose eco de las advertencias del Kremlin.

Trump no ha explicado cómo pondría fin a la guerra, lo que genera temores de que pueda presionar a Ucrania para que llegue a un acuerdo desfavorable con Rusia.

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