Por Vaca Muerta, el Gobierno argentino analiza un alivio para las tarifas de energía
miércoles, 25 de octubre de 2023
El costo de la energía eléctrica se reducirá en el verano gracias al gasoducto de Vaca Muerta y las lluvias que llenaron las represas
Cronista - Buenos Aires
El Gobierno estudia por primera vez en el último año una baja nominal de las tarifas eléctricas para los sectores de altos ingresos (Nivel 1 -N1- de la segmentación), que se podría aplicar a partir del miércoles 1 de noviembre. La disminución estaría en el orden de un 5 o 6% y se debe al funcionamiento del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (Gpnk) de Vaca Muerta y a las lluvias, tanto en Brasil como en la Cordillera de los Andes, que llenaron las represas hidroeléctricas.
Así, Sergio Massa se puede anotar un poroto electoral de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales contra el libertario Javier Milei. En caso de concretarse, la baja de tarifas para los N1 no implicará un mayor gasto en subsidios a la energía, pues esos usuarios seguirán pagando el costo pleno de la generación y las importaciones de electricidad, que se estima más barato para el trimestre noviembre-enero.
La secretaria de Energía, Flavia Royon, confirmó la semana pasada que sus equipos técnicos están trabajando con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) en la implementación de la programación estacional de verano, para la que se calculó una baja sustancial del costo.
El costo de la energía, las tarifas y los subsidios
En las estimaciones provisorias, sujetas a cambios en función de la oferta energética -disponibilidad de gas, recursos hidroeléctricos, energías renovables y el uso de las centrales nucleares- y la demanda -atada principalmente a la temperatura-, el costo de producir electricidad promediaría en los próximos tres meses unos 59 dólares por megavatio-hora (MWh). Según un informe de la consultora Economía & Energía, en septiembre el precio "monómico" sumado al de transporte alcanzó los $23.060 o US$65,9 y el de agosto unos US$62,9.
Con todo, se achicarían nominalmente las tarifas del tercio de la población que paga el costo pleno y, a la vez, se reduciría la brecha entre los precios que pagan el resto de los usuarios (N2 y N3, con más del 80% de la tarifa con subsidios) y el costo real.
Desde que Massa asumió en Economía a mediados del año pasado, se implementó la segmentación de tarifas después de dos años de internas en el Gobierno y los precios se multiplicaron exponencialmente para los usuarios de altos ingresos o patrimonios y aquellos que no pidieron o renunciaron a los subsidios. Pero ahora podría dar una buena noticia, justo en la antesala del momento más importante de su carrera política.
La puesta en marcha del gasoducto de Vaca Muerta fue estratégica, pues disminuyó las necesidades de importaciones de combustibles líquidos como gasoil y fuel oil y los sustituyó con gas natural de producción local, pagado en pesos y más barato (u$s 3,50 por millón de BTU).
De acuerdo a los datos del economista Nadin Argañaraz, "la balanza de dólares de la energía fue negativa por US$1064 millones en los primeros nueve meses del año, pero respecto al año pasado mejoró en US$4146 millones", por la baja de cantidades importadas (US$2969 millones) y los menores precios (US$1658 millones). Los números son festejados en el Palacio de Hacienda, pues la energía fue un enorme vector de "restricción externa" y contribuyó durante más de una década a la inestabilidad cambiaria.
Mientras tanto, Energía Argentina (Enarsa) comenzó con las pruebas de presurización y llenado del Gasoducto Mercedes - Cardales, una obra complementaria al GPNK que "permitirá conectar los sistemas troncales de transporte de gas natural" para llevar el gas de Vaca Muerta al Litoral y al Norte del país.