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Precios del barril de petróleo repuntan por demanda de gasolina y datos económicos

Reuters

El crudo en Estados Unidos aún sufre una desvalorización cercana a un 8% frente a la semana pasada, debido a que las preocupaciones por la economía griega y el aumento de inventarios petroleros se sumaron a la incertidumbre sobre las conversaciones en torno al programa nuclear de Irán, que podrían llevar eliminar o reducir las sanciones contra las exportaciones de crudo de la república islámica.

A las 9:50 GMT, los futuros del crudo en Estados Unidos subían US$55 centavos, a US$52,20 por barril.

El referencial Brent ganaba US$40 centavos, a US$57,45 por barril, aunque cotizaba aún un 4% por debajo de los precios del viernes de la semana pasada.

La enérgica demanda mundial por combustible para vehículos automotores está estimulando a las refinerías a procesar tanto crudo como puedan, lo que ayuda a apuntalar a los precios.

Medidas del Gobierno chino también ayudaron a un alza de las acciones el jueves, mitigando por ahora las preocupaciones por la economía del mayor consumidor mundial de energía.

En Alemania, datos de la Oficina Federal de Estadísticas mostraron que las exportaciones subieron a su ritmo más veloz este año en mayo, lo que elevó la expectativa de que la mayor economía de Europa registre un mayor crecimiento en el segundo trimestre tras expandirse modestamente en el primero.

Los operadores dijeron que el impulso bajista en el petróleo había sido roto por dos días de avances y que el humor era más positivo el jueves.

Sin embargo, los precios del crudo aún enfrentan fuertes vientos en contra, afirmó el jefe de estrategia con materias primas de Saxo Bank, Ole Hansen.

Las potencias mundiales e Irán estaban cerca de alcanzar un acuerdo el jueves, lo que podría llevar a un levantamiento de sanciones occidentales contra la república islámica, aunque los negociadores continuaban estancados en el tema de comercio de armas y misiles.

Un sorpresivo aumento en las existencias del petróleo en Estados Unidos exacerbaba la inquietud por el sobreabastecimiento global, en momentos en que los países de la OPEP y Rusia bombean crudo a niveles casi históricos.