Presidente uruguayo reclama modernización y más compromiso democrático en Mercosur

Yamandú Orsi, presidente de Uruguay, afirma que “el Mercosur necesita modernizarse”.
Horas antes de pronunciar por primera vez un discurso en la Asamblea General de la ONU, Orsi ofreció una entrevista en la que compartió sus puntos de vista sobre la situación latinoamericana y el panorama internacional, en un contexto marcado por la crisis humanitaria en Gaza, la guerra en Ucrania y la atención internacional sobre el régimen de Nicolás Maduro.

Orsi, quien se ha definido como un “progresista pragmático”, conversó en exclusiva con Infobae sobre su mirada respecto a la arquitectura global, las dictaduras en Cuba, Nicaragua y Venezuela, y la relevancia geopolítica del Mercosur.

Al preguntarle sobre su primera experiencia en la Asamblea General, respondió afirmativamente y añadió que Uruguay respalda el multilateralismo. Para él, las instituciones globales como la ONU, que surgieron tras la Segunda Guerra Mundial, aún deben jugar un papel decisivo. Lo que antes parecía una definición de política internacional hoy resulta casi novedoso.

En cuanto al funcionamiento actual del multilateralismo, Orsi sostiene que hay ciertas “jugadas” que agravan las crisis. Propone que algunas herramientas de la ONU necesitan ser actualizadas para adaptarse a la realidad actual. Por ejemplo, cuestiona que el Consejo de Seguridad responde a una realidad histórica que hoy ya no se corresponde con el presente.

Cuando se le plantea la idea de que la región pudiera tener un voto con poder de veto equivalente al de las grandes potencias (Estados Unidos, China, Rusia, Francia y el Reino Unido), señala que no es un tema exclusivo de Latinoamérica, y ejemplifica con India y con las funciones de Alemania y Japón. El mandatario agrega que aunque se expanda la membresía del organismo, mantener el mecanismo del veto podría trasladar los problemas sin resolverlos.

Respecto al Mercosur, Orsi considera que el bloque requiere modernización. Cree que dicho proceso permitiría que un país negocie acuerdos bilaterales independientemente de la posición de sus socios, aunque reconoce que todavía no estamos en condiciones de negociar “de igual a igual” como bloque.

Además, el presidente uruguayo dijo que, pese a las diferencias ideológicas entre los miembros, el Mercosur se ha vuelto más flexible. Cita como ejemplo la Cumbre en Argentina, que a su entender fue una de las más exitosas, aun cuando existía tensión política, incluso entre presidentes que no mantienen una comunicación fluida. Pero, sostiene, cuando llegan las responsabilidades, los compromisos acordados se han cumplido.

En cuanto al futuro de las dictaduras en Venezuela, Cuba y Nicaragua, Orsi relata que creció en un ambiente donde golpes de Estado y regímenes autoritarios eran recurrentes, por lo que ve la democracia como “una lucha diaria”. Cree que lo peor que se puede hacer es resignarse a la realidad. Orsi advirtió que, más allá de empujar con agresividad, el enfoque debe estar en no abandonar el esfuerzo para que los pueblos puedan lograr una salida autónoma hacia mayor libertad.

Sobre el caso venezolano, Orsi subraya el sufrimiento humano: la ola migratoria, el derecho de atención a la población que ha partido y la existencia de ciudadanos uruguayos en Venezuela, lo que obliga a Uruguay a preocuparse por esos vínculos humanos. 1