Primer ministro francés en riesgo de caos gubernamental por aumento de oposición

La oposición al gobierno del primer ministro francés, Francois Bayrou, ganó fuerza el martes, lo que aumenta la probabilidad de que pueda ser expulsado en una moción de confianza el próximo mes. Tres de los mayores partidos de oposición en la Asamblea Nacional de Francia —el ultraderechista Agrupación Nacional, el izquierdista Francia Inconmovible y los Socialistas— han indicado que votarán en contra de la moción, que obligaría al gobierno a dimitir.

Los activos franceses cayeron por segundo día, con el CAC 40 bajando 1,9% y la diferencia entre la deuda francesa y alemana a 10 años, una medida clave de riesgo, encaminándose a su cierre más amplio desde abril. Esto pone de relieve el repentino retorno de las preocupaciones fiscales de Francia al primer plano de la atención de los inversores en un momento en que vecinos europeos como Italia están haciendo progresos comparativos en la reducción de los déficits.

La agitación deja al presidente francés, Emmanuel Macron, en una posición difícil con pocas opciones viables. Podría nombrar un nuevo primer ministro o incluso reelegir a Bayrou y esperar que puedan formar un gobierno que pueda avanzar con dificultades sin un nuevo mandato, o podría disolver el parlamento y arriesgarse a revitalizar a la oposición. Una nueva votación amenaza con socavar su ya débil posición en la Asamblea Nacional, que es exactamente lo que ocurrió tras las elecciones anticipadas que convocó el año pasado.

"Votaremos en contra de la moción de confianza", declaró Boris Vallaud, líder del Partido Socialista en la Asamblea Nacional, el martes en la televisión BFM. El diputado socialista Philipp Brun fue aún más directo al afirmar: "Lo que ocurrirá el 8 de septiembre es una dimisión velada", en referencia a la fecha de la moción de confianza.

Si Macron nombrara a un nuevo primer ministro, dejaría sin respuesta la cuestión de cómo el gobierno aprueba un presupuesto impopular, que derrocó al anterior primer ministro, Michel Barnier. Una posibilidad sería intentar convencer a un socialista o exsocialista para intentar ganar el apoyo de ese partido. Esa fue parte de la lógica detrás del nombramiento de Éric Lombard como ministro de Finanzas en diciembre pasado, aunque Bayrou posteriormente asumió una supervisión más directa de la preparación del presupuesto.

“En los próximos 13 días, el pueblo francés elegirá, influirá en sus representantes para que elijan y digan si están del lado del caos o del lado de la conciencia y la responsabilidad”, dijo Bayrou en una conferencia sindical el martes.

La decisión de disolver el parlamento y convocar nuevas elecciones probablemente añadiría la mayor incertidumbre y riesgo al gobierno. Macron convocó elecciones anticipadas en 2024 para consolidar su apoyo en la Asamblea Nacional, una medida que diezmó su apoyo y convirtió a la Agrupación Nacional de Marine Le Pen en el partido con mayor representación en la cámara baja por primera vez.

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Los partidos de oposición parecen inclinados a oponerse a la moción. A menos que den marcha atrás, el gobierno caerá. Bayrou convoca la moción de confianza para consolidar el apoyo parlamentario a los US$51.000 millones en recortes de gastos y subidas de impuestos, que considera vitales para evitar un desastre para las finanzas públicas. Entre las propuestas, que reiteró el martes, se encuentran un "esfuerzo específico" de los ricos y la eliminación de numerosas exenciones fiscales. También ha propuesto la abolición de dos días festivos franceses, lo que ha suscitado el desprecio de la oposición.

El primer ministro dijo que Macron aceptó convocar nuevamente al parlamento a sesiones anticipadamente para permitir que el gobierno presente su plan y celebre la moción de confianza. A diferencia de otros países de la eurozona, Francia ha tenido dificultades para reparar sus finanzas públicas después de un enorme gasto para apoyar la economía durante la pandemia de Covid y la crisis inflacionaria tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

El auditor público criticó a los gobiernos de Macron por perder el control del presupuesto en los últimos dos años debido al optimismo excesivo sobre los ingresos fiscales y el crecimiento económico, así como por la incapacidad de evitar que aumente el gasto. Durante ese período, la administración ha incumplido repetidamente los objetivos de reducción del déficit a largo plazo y ahora sólo espera reducir la brecha dentro del límite de 3% de la economía impuesto por la UE para 2029.

El coste de esa deuda está aumentando drásticamente, también porque la desinversión de bonos por parte de los inversores eleva el coste de los préstamos de Francia. El lunes, Bayrou afirmó que el coste anual del servicio de la deuda superará el de todos los demás gastos, incluido el de educación, para alcanzar los US$76.000 millones de euros este año y los US$87.000 millones de euros «en el mejor de los casos» en 2026.

El martes, en la radio France Inter, Lombard dijo que el país está actualmente en camino de cumplir con su déficit presupuestario de 5,4% del producto interno bruto para este año. Si el gobierno colapsara, dijo Lombard, los costos de endeudamiento de Francia superarían a los de Italia "en 15 días", y agregó que "seremos realmente los últimos de los 27 en Europa".

Los rendimientos de los bonos franceses a 10 años se encuentran ahora entre los más altos de la eurozona, tras haber superado ya a países que estuvieron en el epicentro de la crisis de deuda soberana europea, como Grecia y Portugal. Las fluctuaciones de esta semana han dejado el rendimiento solo ocho puntos básicos por debajo del de Italia.

Las acciones francesas se han visto afectadas desde que Macron convocó una votación parlamentaria anticipada a principios de junio del año pasado, tomando a los mercados por sorpresa. El CAC 40 ha caído más de 4% desde entonces, mientras que el Stoxx Europe 600 ha subido alrededor de 6%. Se prevé que el CAC tenga un rendimiento inferior al del índice de referencia paneuropeo por segundo año consecutivo, lo que supone un cambio radical para el índice francés, que ha tenido un rendimiento superior todos los años, salvo uno, desde la elección de Macron en 2017.

“Aquellos inversores que compraron en Europa creyendo que Alemania representaba, en cierta medida, el potencial de la eurozona se equivocaron”, declaró Vincent Juvyns, estratega jefe de inversiones de ING en Bruselas, en una entrevista el martes. “Tenemos una Europa de dos niveles: algunos países, como Alemania, pueden permitirse invertir en crecimiento y otros que no tienen más remedio que consolidar sus finanzas públicas”.

Bayrou y Macron tienen menos de dos semanas para consolidar el apoyo en el Parlamento y evitar más disturbios, una tarea difícil dada la creciente oposición de los grupos políticos."Puedo reconocer al primer ministro por haber establecido que la situación presupuestaria y financiera es desastrosa", dijo Vallaud, el socialista. "Es el legado del Sr. Bayrou y Emmanuel Macron".