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Primer ministro húngaro critica “rebelión” de inmigrantes

Reuters

Muchas de las decenas de miles de refugiados que están atravesando Europa desde Grecia, vía los Balcanes y Hungría hacia el oeste, huyen de la guerra civil en busca de asilo, en particular en países más receptivos como Alemania y Suecia.

El ministro de relaciones exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, dijo que su país, que espera solo este año 800.000 solicitudes de asilo, tiene recursos limitados e instó a otras naciones europeas a hacer más para compartir la carga.

Citando preocupaciones de seguridad, Austria cerró parcialmente una autopista de conexión entre Viena y Hungría. Unas 8.000 personas habían cruzado la frontera el jueves y otras 3.600 llegaron durante la noche del viernes, dijo la policía.

Hungría, por su parte, está construyendo una cerca a lo largo de su frontera con Serbia para ayudar a frenar la marea humana y también planea implementar normas de inmigración más duras desde esta semana.

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien ha calificado a la crisis como una batalla para preservar la prosperidad y la “identidad cristiana” de Europa, criticó con enojo el comportamiento de los inmigrantes, en su mayoría musulmanes, que han llenado el centro de Budapest e interrumpido el tráfico en las autopistas hacia Austria.

“Tomaron estaciones de tren, se negaron a dar sus huellas digitales, no cooperaron y no están dispuestos a ir a lugares donde pueden recibir comida, agua, alojamiento y tratamiento médico (...) Se rebelaron contra el orden legal húngaro”, dijo Orban a periodistas. “Desde el 15, las autoridades no perdonarán cruces de frontera ilegales”, agregó.

Más de 170.000 migrantes han cruzado hacia Hungría desde Serbia en lo que va del año. Muchos tratan de evitar ser registrados en ese país por temor a quedar varados o tener que regresar más adelante. El número podría elevarse a 400.000 o 500.000 para fin de año, dijo el canciller húngaro, Peter Szjjarto.