Primer proyecto de ley bipartidista de control de armas en EE.UU., tres lecturas esenciales

El presidente Joe Biden promulgó el 25 de junio de 2022 un proyecto de ley bipartidista que es el primer cambio significativo en la legislación federal sobre armas en casi tres décadas.

Conocida como la Ley Bipartidista de Comunidades Más Seguras, el proyecto de ley se redactó en respuesta a los tiroteos en Buffalo, Nueva York, y Uvalde, Texas, y se aceleró en un Congreso que normalmente se movía lentamente.

Aunque el alcance limitado del proyecto de ley ha dejado a muchos decepcionados, sí refuerza el control de armas en varias áreas clave.

A medida que el proyecto de ley se abría paso en el Congreso, The Conversation publicó una serie de artículos que analizaban sus disposiciones y cuán efectivas podrían ser para abordar la crisis de violencia armada en Estados Unidos.

Entre los elementos de la nueva ley se encuentra el apoyo a los estados para que aprueben las llamadas “leyes de bandera roja”.

El profesor de ciencias políticas de LaGrange College, John A. Tures, escribe que estas leyes permiten que la policía tome armas de personas que se consideran una amenaza para ellos mismos o para otros y les prohíbe comprar armas de fuego.

Para determinar si las leyes de bandera roja reducen las muertes por armas de fuego en general, Tures examinó las tasas de muerte por armas de fuego de los estados, a la luz de si tenían una ley de bandera roja o no, en cada uno de los tres años: 2018, 2019 y 2020.

En promedio, los estados con leyes de bandera roja en 2019 y 2020 tuvieron tasas de muerte por armas de fuego significativamente más bajas que los estados sin ellas. En 2018, las tasas de mortalidad promedio para ambos grupos estaban más cerca, pero los estados con leyes de bandera roja aún tenían una tasa significativamente más baja.

“En 2020, si no hubiera leyes de bandera roja, estimo que 52,530 estadounidenses habrían muerto por muertes con armas de fuego. El número realmente registrado fue de 45.222, lo que indica que las leyes de bandera roja salvaron 7.308 vidas estadounidenses ese año”, escribe Tures.

Uno de los puntos conflictivos en las negociaciones sobre el proyecto de ley que finalmente se resolvió fue la "laguna legal del novio".

Según la legislación federal actual, la profesora de justicia penal del estado de Michigan, April M. Zeoli, explica que las relaciones íntimas de pareja se definen solo como aquellas en las que dos personas están o estuvieron casadas, viven o vivieron juntas como pareja, o tienen un hijo juntas.

Las personas que estaban en una relación de noviazgo están en gran parte excluidas de esta definición.

Como resultado, escribe Zeoli, “las parejas de novios están exentas de las leyes federales que prohíben que las personas condenadas por delitos menores de violencia doméstica, o aquellas que están bajo órdenes de restricción de violencia doméstica, compren o posean un arma de fuego”.

Esto es lo que se conoce como la “laguna legal del novio”.

Las investigaciones sugieren que cuando una pareja masculina violenta tiene acceso a un arma, el riesgo de asesinato para la pareja femenina se quintuplica.

Con Biden firmando el proyecto de ley, la redacción extiende la prohibición a “aquellos que tienen o han tenido una relación continua de naturaleza romántica o íntima”.

Aunque el proyecto de ley cerrará la brecha para los condenados por delitos menores de violencia doméstica, no cubre las leyes de órdenes de restricción.

La nueva ley proporcionaría mil millones de dólares para ayudar a las escuelas a implementar estrategias integrales para crear entornos de aprendizaje seguros y saludables, incluidos $300 millones para aumentar el acceso a los servicios de salud mental.

Parte de la estrategia implica la evaluación de riesgos.

En los años transcurridos desde el tiroteo de Columbine en 1999, los investigadores y las agencias policiales federales han estudiado los tiroteos en las escuelas y han desarrollado evaluaciones de riesgo para medir la probabilidad de violencia real por parte de un joven identificado como un posible riesgo.

Como explica Paul Boxer, profesor de psicología en la Universidad de Rutgers - Newark, las evaluaciones son realizadas por profesionales que incluyen policías, maestros y consejeros de salud mental.

Juntos, determinan el riesgo de violencia de un joven.

“Es posible que estos equipos no puedan prevenir todos los incidentes posibles”, advierte Boxer. "Aún así, este tipo de enfoque es fundamental para mejorar el proceso de identificación y detención de posibles tiradores en general".