Primera Ministra británica cede a la presión sobre el Brexit en el Parlamento
martes, 17 de julio de 2018
Theresa May ha prometido mantener su plan de negociar los lazos comerciales más estrechos posibles con la Unión Europea.
Reuters
La primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, cedió el lunes a la presión de los defensores del Brexit dentro de su propio Partido Conservador y aceptó los cambios a sus planes para abandonar la Unión Europea en un intento por salvar su estrategia general.
Pero al someterse a la voluntad de partidarios del Brexit de línea dura dejó expuesta su vulnerabilidad en el Parlamento, donde ambas alas de su partido se atacaron mutuamente, destacando las profundas divisiones que hasta ahora han obstaculizado los avances en las conversaciones con la UE.
May ha prometido mantener su plan de negociar los lazos comerciales más estrechos posibles con la UE, diciendo que su estrategia es la única que podría cumplir los objetivos del Gobierno para el Brexit, el mayor cambio en la política exterior y comercial de Gran Bretaña en décadas.
Pero su plan ha sido criticado por legisladores conservadores pro-UE. Un ex ministro lo calificó como el “peor de todos los mundos”, mientras que los euroescépticos dicen que la estrategia mantendrá a Gran Bretaña firmemente en la esfera de influencia del bloque.
Los partidarios del Brexit habían apuntado a la legislación aduanera del Gobierno, con la esperanza de endurecer sus planes de abandonar la UE. En lugar de enfrentarlos y alimentar las tensiones, el portavoz de May dijo que el gobierno aceptaría sus cuatro enmiendas.
El portavoz dijo que los cambios hicieron poco más que poner la política del gobierno en la ley. Pero al endurecer el lenguaje para enfatizar que la recaudación futura de aranceles e impuestos por parte de Gran Bretaña y la UE debe ser recíproca, los partidarios del Brexit pueden haber hecho que el plan de May sea menos vendible para el bloque.
Por ahora, sus planes parecían seguir mayormente en marcha.
May rechazó una sugerencia en el Parlamento de que su plan para el Brexit está muerto y su portavoz dijo que la decisión de aceptar las enmiendas es “consistente” con el libro blanco que acordaron los ministros este mes.
Donde el Gobierno podría tener dificultades es en explicar su aceptación de la exigencia de que la UE debe cobrar aranceles en nombre de Gran Bretaña si Londres hace lo mismo, una sugerencia que un experto dijo que los negociadores del bloque probablemente no aceptarían.
La batalla por las enmiendas probablemente no sea la última que May y su equipo tendrán que enfrentar.
May tuvo que luchar mucho para lograr el acuerdo de los ministros del gabinete con su visión de los lazos futuros de Gran Bretaña con la UE, algo que luego se vio socavado por las renuncias de su ministro del Brexit David Davis y el secretario de Relaciones Exteriores Boris Johnson.
Desde el otro bando del partido, la ex ministra de educación pro-UE Justine Greening llamó el lunes a un segundo referéndum, diciendo que era la única manera de romper el estancamiento en el Parlamento sobre la mejor relación futura con el bloque.