Colombia está entre los países que menos crecerá en América Latina durante este año
miércoles, 10 de enero de 2024
Las cuentas de la entidad indican que el país marcará un crecimiento de 1,2% en 2023, mientras que el alza de este año tan solo será de 1,8%.
El Banco Mundial abrió el partidor de los pronósticos de crecimiento para este año y antes de la primera quincena de enero, como es habitual, reveló cuáles son sus apuestas para la economía durante 2024. Según el análisis del organismo multilateral, Colombia estará entre los países que menos crecerá en América Latina y el Caribe.
Las cuentas de la entidad indican que el país marcará un crecimiento de 1,2% en 2023, dato que aún no ha sido revelado, mientras que el alza de este año tan solo será de 1,8%. En ambos casos representa una ligera disminución respecto a los pronósticos que había publicado en octubre pasado cuando apostaba por un alza de 1,5% y de 2,1% en 2023 y en 2024, respectivamente.
Con este desempeño, Colombia estará entre los países con menor crecimiento, solo superado por países como Perú, Chile y Argentina que habrían cerrado el año pasado con una caída en su economía.
El Banco Mundial espera que el Banco de la República reduzca los tipos de interés más tarde que sus pares en la región ante la persistencia de la inflación, que si bien ha venido retrocediendo todavía enfrenta presiones como las alzas en los servicios públicos o el sector transporte. Esta situación, dice el Banco, hará que se golpee el crecimiento del consumo privado y el crecimiento de la inversión hasta 2025.
Alejandro Espitia, docente de la Pontificia Universidad Javeriana, consideró que las soluciones frente al estancamiento se dividen en aquellas de largo y corto plazo. Si bien una reducción en la tasa de interés ayudará a contrarrestar la desaceleración, por el incentivo que esta representa para fomentar la inversión y el consumo, Espitia explicó que esto debe acompañarse de un jalonamiento, por ejemplo, de la fuerza productiva. “Usted puede invertir en el mejoramiento de las vías terciarias para mejorar la productividad, por ejemplo”, señaló el docente.
De la misma forma, dijo que una de las labores a realizar por parte del Gobierno sería adoptar una política contracíclica. “En los países en vía de desarrollo no es fácil implementarlo (...), Colombia está estancada porque ha estado gastando un montón, tanto el Gobierno actual como el anterior han tomado el camino procíclico. Lo que Colombia podría hacer es reducir el gasto y pagar las deudas para dar confianza a los inversores y que la inflación baje”.
Crecimiento precario
A través de su informe de Perspectivas Económicas Mundiales, el Banco Mundial dijo que durante el año pasado en América Latina y el Caribe hubo una desaceleración económica producto de una elevada inflación, condiciones monetarias restrictivas, debilidad del comercio mundial y fenómenos meteorológicos adversos.
México y Brasil fueron los dos países que superaron sus perspectivas gracias a factores como la producción agrícola, el consumo privado y las exportaciones. Para este año, se seguirán viendo las consecuencias de las altas tasas de interés, que continuarán frenando el crecimiento de la economía. A medida que la inflación disminuya, se prevé que los bancos centrales bajarán las tasas de interés lo que ayudará a fomentar la inversión.
A nivel global, a pesar de que la economía mundial está mejor de lo que estuvo el año anterior, las tensiones geopolíticas en Europa, China y Estados Unidos podrían desestabilizarla.
Pese a esto, a nivel global, la entidad alertó por un crecimiento “precario” tras la pandemia y dijo que el alza de la economía pasará de 2,6% en 2023 a 2,4% este año. Según los cálculos, en los cinco años hasta 2024, la actividad global registrará el desempeño más débil desde principios de la década de 1990.
“Sin una corrección importante del rumbo, la década de 2020 pasará a la historia como una década de oportunidades desperdiciadas”, declaró Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial.
Otras de las estimaciones dan cuenta de que las economías en desarrollo solo crecerán 3,9%, más de un punto porcentual por debajo del promedio registrado la década anterior. Así mismo, se estima que uno de cada cuatro de estos países y 40% de los países con ingresos “bajos” sigan siendo más pobres de lo que eran previo a la pandemia del coronavirus.
“El crecimiento a corto plazo seguirá siendo débil y llevará a que muchos países en desarrollo, sobre todo los más pobres, caigan en una trampa: con niveles paralizantes de deuda y un acceso precario a los alimentos para casi una de cada tres personas. Ello obstaculizará los avances en muchas prioridades mundiales”, agregó Gill. La escalada de las tensiones en Oriente Medio podría perturbar los mercados y es uno de los riesgos a seguir.