¿Qué piden los operarios de puertos en EE.UU. que están en paro y qué efectos hay?
martes, 1 de octubre de 2024
Desde este martes, los operarios de puerto de la Costa Este pausaron sus actividades, cerrando el ingreso de mercancías a EE.UU.
Los trabajadores de los puertos de la Costa Este de los Estados Unidos dejaron sus actividades desde este martes primero de octubre. Desde Maine hasta Texas, a medianoche, inició una huelga de operarios que ahora, según analistas, amenaza con perjudicar la economía de la Unión Americana a un mes de las elecciones presidenciales.
Las negociaciones son entre los trabajadores, representados por los sindicatos y los empresarios que por medio de compañías privadas operan los puertos, el Gobierno de Joe Biden no está en la mesa, pero los republicanos alegan que él podría aplicar una Ley federal que obligaría a los trabajadores a reiniciar sus actividades.
¿Cómo empezó todo?
Los miembros de la Asociación Internacional de Estibadores (trabajadores de los puertos), que representa a 45.000 empleados en los puertos de la Costa Este y la Costa del Golfo, empezaron a formar manifestaciones desde la madrugada del martes en las terminales de carga que manejan más de la mitad de los volúmenes de importación y exportación estadounidenses.
Los trabajadores piden un aumento salarial de 77% en un lapso de seis años, además dicen que se deben reducir los reemplazos de operarios por nuevas máquinas que la industria ha comprado y amenaza con ciertas tareas de los humanos.
Los jefes de los puertos privados, presionados por funcionarios de la administración de Joe Biden para que resolviera la situación de estancamiento, ofrecieron una propuesta de aumento salarial de 50% en seis años, frente a un ajuste al alza anterior de 40%; esto último lo pusieron sobre la mesa el 30 de septiembre.
Presión por los salarios
Según una persona familiarizada con las negociaciones, la ILA exige un aumento salarial de 77% en seis años como condición para sentarse a negociar con la patronal marítima, como se le dice a los jefes de los puertos.
¿Cómo afecta a EE.UU.?
El paro cierra algunas de las principales puertas de entrada al país de importaciones de alimentos, vehículos, maquinaria pesada, materiales de construcción, productos químicos, muebles, ropa y juguetes. Los operarios abandonaron sus puestos de trabajo después de que el sindicato se negara a reunirse con el grupo que representa a los empresarios a menos que éstos accedieran primero a las demandas salariales de los trabajadores.
La Casa Blanca está interviniendo, ya que los grupos empresariales y los legisladores republicanos han intensificado los llamamientos para que la administración invoque la ley federal para mantener abiertos los puertos.
Los grandes minoristas, que acaban de iniciar la temporada de compras de otoño, afirman que por ahora pueden soportar la ralentización porque este año han adelantado la llegada de los productos y han desviado otros cargamentos a los puertos de la costa oeste en caso de huelga.
Brian Dodge, presidente de la Asociación de Líderes de la Industria Minorista (Retail Industry Leaders Association), que representa a tiendas como Best Buy, Home Depot, Gap y Dollar General, afirma que "los compradores pueden estar seguros de que los productos navideños estarán en las estanterías".
"Susanne Waidzunas, directora de suministro global de Inter Ikea Holding, la empresa que gestiona Ikea, dijo que el minorista estaba retirando sus contenedores que habían llegado al puerto de Nueva York y Nueva Jersey en las últimas semanas lo más rápido posible antes del cierre.
Una huelga que dure incluso una semana inmovilizaría los buques durante periodos mucho más largos, lo que podría agravar los retrasos en los envíos, consumir capacidad y hacer subir los fletes, advierten algunos analistas del sector.
La creciente competencia por el espacio en los buques con destino a los puertos de la Costa Oeste ya estaba haciendo subir los fletes en el periodo previo al paro. La posibilidad de una huelga "no nos ha afectado en términos de entrega", dijo Yoshika Hirata a CNN, directora senior de operaciones de Stance, una marca de ropa que fabrica ropa interior e importa por los puertos. "Pero lo que sí ha impactado es el coste, porque obviamente las tarifas están subiendo debido a la situación".