Hacienda

¿Qué son las 'charter cities' y por qué impulsan el desarrollo económico de los países?

El modelo se enfoca en adoptar mejores prácticas en materia de regulación comercial con el fin de que generen riqueza en cada región

Iván Cajamarca

Ciudades como Shenzhen, Singapur, Hong Kong y Dubai pasaron de tener un ingreso promedio anual de cientos de dólares a registrar cifras de ocho dígitos y un PIB de miles de millones de dólares. ¿La clave? Un modelo que se ha dado a conocer como ‘charter cities’ en el que se escoge una ciudad a la que se le otorga una jurisdicción especial para crear un nuevo sistema de gobierno.

El modelo se enfoca en adoptar mejores prácticas en materia de regulación comercial con el fin de que estas alcancen la prosperidad de forma rápida y sostenida, apalancándose en reformas políticas que faciliten la creación de las instituciones necesarias para el desarrollo de estas zonas. Se proyecta que el rápido desarrollo de estas ciudades ha sacado de la pobreza a 800 millones de personas.

Uno de los primeros países en utilizar una idea similar fue China, especialmente durante la época más fuerte del comunismo en esta región. Ante la falta de desarrollo económica a raíz del rechazo de capital extranjero, el Gobierno decidió destinar ciertas ciudades con la idea de que los foráneos invirtieran dinero en el crecimiento de las industrias. Este fue uno de los puntos iniciales de inflexión que habría llevado a esta potencia a ser lo que es hoy.

Entre las características de las ‘charter cities’ se encuentran la construcción en terrenos no urbanizados, permitiéndole a los promotores de la ciudad evitar los desafíos políticos de implementar un nuevo sistema de gobernanza en una ciudad existente. A esto se suma atraer inversión privada para la construcción de infraestructura para limitar el riesgo financiero del país anfitrión.

Así mismo, se llevan a cabo asociaciones público-privada entre el promotor inmobiliario y el país anfitrión, se conserva una amplia gama de libertad para mejorar el entorno empresarial, se establece una autoridad tributaria y un acuerdo de reparto de ingresos con el país anfitrión. Gracias a que este tipo de ciudades cubren áreas geográficas limitadas, sus administraciones pueden emprender reformas más profundas de lo que sería posible de otro modo.

Uno de los promotores y defensores de este modelo es el reconocido economista de la teoría del crecimiento, Paul Romer, quien propone que los países en desarrollo entreguen un pequeño pedazo de tierra a grandes inversionistas por cerca de tres generaciones, orientando su funcionamiento en el comercio y las finanzas. “Al final, las fronteras que dividen esta zona especial del país de origen se eliminarán e impulsará el crecimiento de dicha Nación”, asegura el experto.

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