¿Quién es Jeff Yass, el veterano de Wall Street que se sumó a apoyar a Donald Trump?

El viaje de Mar-a-Lago a los Breakers es de unos 10 minutos. A principios de marzo, Donald Trump hizo el recorrido para una incómoda misión de establecimiento de la paz dirigida al Club para el Crecimiento, un grupo de defensa política.

El año anterior, el grupo había dejado a Trump fuera de la lista de invitados a su retiro económico anual mientras daba la bienvenida a casi todos los precandidatos presidenciales republicanos: Nikki Haley, Ron DeSantis, Mike Pence y Vivek Ramaswamy. Pero en 2024, con esas candidaturas reducidas a la memoria lejana, Trump tuvo el foco para sí mismo.

Uno de los asistentes que podría haber sido capaz de explicar el club fue Jeff Yass, quien es uno de los patrocinadores más grandes del grupo y nunca concretó reuniones con la campaña de Joe Biden. Jeff, un antiguo Never Trumper que se suavizó recientemente para convertirse en un OK-Fine-Might-As-Well-Be Trumper, Yass ha prodigado más de US$60 millones en la organización desde 2016.

De acuerdo con su formación como veterano de Wall Street y jugador de póquer obsesivo, organizó la mayor parte de su vida en torno a principios de apuestas racionales, siempre sopesando el valor esperado, o posible recompensa, de todo, desde precios de valores hasta la redacción de fútbol de fantasía. El valor esperado de un segundo mandato de Trump empezaba a parecer mayor que cero. El cálculo no fue insignificante, Yass es uno de los donantes individuales más grandes en el ciclo electoral federal de 2024.

De día, Yass, que tiene una fortuna personal de US$47.000 millones, supervisa Susquehanna International, una firma comercial con la maquinaria de las finanzas modernas. Es una fuerza gigante en opciones, acciones, energía, bonos y divisas.

Dirige una subsidiaria de Bermudas que vende seguros de nicho para pagos de lotería y desastres naturales, una operación de criptomoneda bahameña y un grupo irlandés de apuestas deportivas. Apuesta por las startups en todo el mundo, incluso en China e Israel. Y llegó relativamente temprano al bitcoin. Yass compró algunas de una subasta de alguaciles de EE.UU. después de su incautación del mercado ilegal Silk Road, según una persona familiarizada con el asunto.

Así es el perfil de un libertario registrado desde 1996, Yass ha gastado en la última década decenas de millones de dólares financiando a políticos enfocados en limitar la intervención del gobierno en todas las áreas que le importan, especialmente impuestos, comercio, educación y juegos.

Aboga personalmente por una polémica revisión de las escuelas públicas favorecida por Betsy DeVos, exsecretaria de Educación de Trump. Pero más recientemente se encontró en el centro de atención por otra razón: su participación de aproximadamente US$15.000 millones en ByteDance, la matriz de TikTok.

Este detalle parecía no perderse en Trump, quien, durante su presidencia, había intentado prohibir la aplicación para compartir videos de propiedad china con una orden ejecutiva; aún cuando Yass se vería perjudicado.

Financiación pensando en TikTok

Yass estaba reevaluando su posición sobre los políticos a los que respaldaba mientras se conocía de la iniciativa que aprobó el Congreso de EE.UU. para prohibir TikTok. El año anterior le dio a Club for Growth US$10 millones cuando el súper PAC estaba pagando por los anuncios de ataque contra Trump.

Pero cuando Trump se convirtió en el supuesto nominado, Yass pareció participar en una actualización Bayesiana al estilo de Susquehanna, es decir, recalculando las probabilidades a medida que la nueva información salía a la luz.