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Quiénes son las cinco mujeres que han marcado la vida del gurú Warren Buffett

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El gurú estadounidense Warren Buffett, de 93 años, es el séptimo hombre más rico del mundo, con una fortuna estimada de más de 114.000 millones de dólares. Pero muchos no saben que su vida personal ha estado marcada por cinco mujeres que le han acompañado en su vida.

Expansión - Madrid

Cinco mujeres han sido las más importantes en la vida del reputado inversor. Su madre Elie; su hermana Doris; su primera esposa, Susana Thompson; su actual mujer, Astrid Menks; y su hija Susan Alice. Todas han tenido un papel clave en la trayectoria del gurú, de 93 años.

El gurú estadounidense Warren Buffett, de 93 años, es el séptimo hombre más rico del mundo, con una fortuna estimada de más de 114.000 millones de dólares. Es uno de las personas más reconocidas en todo el mundo por sus inversiones a través del conglomerado financiero Berkshire Hathaway. Pero muchos no saben que su vida personal ha estado marcada por cinco mujeres que le han acompañado en su vida.

La primera fue su madre, Leila, que maltrataba psicológicamente tanto a Warren como a su hermana mayor, Doris, y les atacaba verbalmente hasta que lloraban. Esto marcó la vida sentimental del inversor con las mujeres.

Leila era una ama de casa modelo de puertas para fuera, pero era una mujer muy dura en la intimidad, sobre todo con sus hijos. Buffet ha llegado a reconocer que en la infancia se sintió "maltratado psicológicamente" y que su madre no paraba hasta que conseguía que tanto él como su hermana acabaran llorando. "Cuando murió no lloré de pena", reconoció en su biografía The Snowball, Warren Buffet and the business of life, publicada en 2009.

En esta misma publicación reconoció que nunca le hizo frente porque tenía miedo de convertirse en "el objetivo" y reveló en la biografía que fue su hermana Doris la que resultó más damnificada ya que Leila solía llamarle "estúpida" constantemente.

En The Snowball, lo retratan como un hombre muy frágil con una relación complicada con las mujeres por culpa de su madre.

Cuando Leila murió, el 30 de agosto de 1996, con 92 años de edad, el magnate reconoció: "Tenía sus cosas buenas, pero sus cosas malas me impidieron tener una relación con ella".

La aproximación de Warren a la Bolsa estuvo ligada a su hermana. Cuando él tenía tan solo 10 años, empezó a seguir las cotizaciones desde su casa. Un año después, hizo su primera inversión bursátil: compró tres acciones de la petrolera Cities Service Company para él y otras tres para su hermana, a un precio de 38 dólares cada una. Tras ello, la acción llegó a caer hasta los 27 dólares, pero luego repuntó hasta 40 dólares, con lo que el pequeño Warren consiguió su primera ganancia, al obtener una rentabilidad del 5%. Tiempo después, los títulos de la empresa llegaron a alcanzar los 200 dólares.

Doris murió el 4 de agosto de 2020, con 92 años, tras hacer carrera con la filantropía al por menor gracias a la herencia de su padre. No tuvo una vida fácil. Después de recibir los insultos de su madre, esta mujer convivió con cuatro maridos que no la trataron bien. Y, en 1987, se vio arruinada por una caída en la Bolsa que la dejó con una deuda de 2 millones de dólares. En varias entrevistas, la hermana de Warren señaló que sacó adelante a sus tres hijos gracias a su tenacidad y a prescindir de cualquier tipo de capricho personal.

Tras el episodio de la bancarrota, Doris creó la asociación The Sunshine Lady, a la que destinó más de 100 millones de dólares. En ella colaboran muchos voluntarios, en su mayoría mujeres mayores. Todos leen miles de cartas que reciben pidiendo ayuda económica y escogen aquellas peticiones que encajan con su mentalidad.

Únicamente descartan los casos en los que las víctimas son fumadores, jugadores o con estilos de vida ostentosos. Por el contrario, se centran en ayudar económicamente a exconvictos, enfermos mentales, mujeres maltratadas, reclusos sin futuro, niños o personas que están pasando un momento difícil.

"Ella fue mucho más filantrópica que yo. Se identificaba con los desvalidos. Yo lo hago de manera generalizada, pero no individualmente. Ella realmente quería conocer sus historias", afirmó Warren Buffett en una entrevista en The Wall Street Journal.

En 1952, Warren Buffett se casó profundamente enamorado de Susan Thompson, pero el matrimonio tuvo sus dificultades debido a la vida profesional del magnate. Susan tuvo paciencia y creyó que una vez que su marido obtuviera una gran fortuna pasaría más tiempo en casa, pero no fue así, lo que afectó a Thompson. Ella decidió mudarse con sus tres hijos, Susan Alice, Howard Graham y Peter, a San Francisco, aunque nunca se divoriciaron.

A Warren le afectó mucho su separación ya que estaba feliz viviendo en familia y en sus memorias cuenta que estuvo vagando sin rumbo fijo por la casa durante un tiempo y apenas era capaz de comer o vestirse.

Al ver la reacción de su ya exmarido, Susan decidió presentar a Buffett a una amiga, Astrid Menks. Buffett nunca perdió el contacto con Thompson. "Yo tenía el intelecto para triunfar pero me faltaba la persona para lograrlo. No conseguí sumarlos hasta que la conocí", dijo en una entrevista hace años en la CNBC.

La relación entre los tres fue muy buena y peculiar sintonía era tal que como se ha publicado en distintas biografías de Buffett, firmaban las postales como "Warren, Susan y Astrid", y Buffett estuvo al lado de Susan las últimas semanas de su vida, pese a que le tenía pánico a los hospitales. Susan murió en 2004 por un cáncer de garganta.

Como cuarta mujer, Astrid Menks. Excamarera de 78 años, nacida en Letonia y actual esposa del Oráculo de Omaha. Warren decidió pedirle matrimonio dos años después de la muerte de Susan. Eso sí, con el beneplácito de sus tres hijos.

"Está con mi padre desde hace años. Estoy muy agradecida. Lo ama y lo cuida. Si Warren no tuviera un centavo, ella también estaría con él", contó la hija mayor de Susie y Warren sobre el excelente vínculo que mantiene con Astrid al diario The New York Times.

La boda se celebró en 2006, tras una ceremonia de 15 minutos, sin invitados y con un anillo comprado cuatro días antes de la boda en una joyería propiedad del conglomerado de Buffett. Desde entonces, la pareja vive en Omaha (Nebraska, EEUU), ciudad natal de Warren, y mantiene casi los mismos hábitos desde que se casaron, cuando la fortuna de Buffett no era la actual. En la fecha de la boda, el patrimonio de Buffett era de 40.000 millones de dólares, menos de la mitad de su fortuna actual.

Viven en la casa que Buffett compró en 1958, antes de ser millonario, y hasta hace poco mantenían rutinas inamovibles, como desayunar todos los días en un McDonald's, costumbre a la que han tenido que renunciar debido a la edad de Buffett. Además, ambos compran la ropa en tiendas de segunda mano y de ocasión, un hábito que Menks siempre ha seguido y que ha mantenido tras casarse con el multimillonario.

La pareja coincide con la filosofía de austeridad que Warren ha llevado a cabo en su vida desde el inicio. Hace unos meses, el New York Post publicó que la mujer de Buffett llamó la atención al servicio del resort Sun Valley, en Idaho (EEUU), quejándose de que en la cafetería cobraran 4 dólares por un café solo, "lo mismo que cuesta medio kilo de café", aseguró enfadada.

Susan Alice Buffet, conocida como Susie, es la mayor de los tres hermanos Buffett, hijos de Susan y Warren. Tiene 71 años y, en 2021, Susie entró a formar parte del consejo de Berkshire Hathaway.

Su vida destaca por su papel en el mundo de la filantropía. Está al mando de dos fundaciones. Por un lado, Susan Thompson Buffett, enfocada en la salud sexual y reproductiva en el mundo y en la educación entre jóvenes y adultos. Por otra parte, dirigió la Fundación Sherwood, una organización dedicada a promover "la igualdad a través de iniciativas de justicia social para mejorar la calidad de vida en Nebraska". Su padre ha donado más de 2.000 millones de dólares a esta causa desde sus comienzos, en 1999.

Además, ha participado en política, al donar grandes sumas de dinero al Partido Demócrata y sus candidatos durante las últimas elecciones. Susie destinó 112 millones de dólares a la campaña electoral de Hillary Clinton en 2016, según OpenSecrets.

En una entrevista brindada al canal ABC de Estados Unidos, Susie contó que su padre les educó a ella y sus hermanos enseñándoles la importancia de ganar su propio dinero, sin esperar a tener la vida resuelta por herencia. A este respecto, confesó que le pidió dinero a su padre para reformar la cocina de su casa. Y la respuesta del magnate fue negativa. Le explicó: "Yo no soy un banco y si quieres dinero para hacer la obra, deberías ir al banco y pedir un préstamo como todo el mundo".

También se refirió a la determinación de Warren sobre su testamento. El gurú decidió hace años que donaría el 99% de su fortuna a causas benéficas tras su muerte. El otro 1% será repartido para sus tres hijos, que ya recibieron a título personal una herencia de 90.000 dólares en acciones de Berkshire Hathaway en 1977. Este fue un regalo de su padre, quien les brindó el capital cuando eran más jóvenes y cada uno de ellos decidió cómo gastarlo, según Fortune.

Sin embargo, la revista puntualizó que Warren Buffett sí dejará una herencia millonaria a las fundaciones de sus hijos. Cada uno recibirá 2.500 millones de dólares, los cuales deberán ser destinados a sus causas para ayudar a otra gente o mejorar el mundo. Es decir, no podrán ser gastados caprichosamente. "La verdad es que sería una locura dejarnos tanto dinero para nuestros caprichos", dijo recientemente Susan Buffett.

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