Reino Unido impone impuesto de 25% a ganancias extraordinarias de sector petrolero

El gobierno de Boris Johnson impondrá un llamado impuesto sobre las ganancias inesperadas sobre las ganancias de las compañías de petróleo y gas para ayudar a financiar al menos 5.000 millones de libras (US$6.300 millones) de apoyo para los británicos que enfrentan una crisis del costo de vida.

El impuesto será "temporal" y "dirigido", dijo el jueves el Ministro de Hacienda Rishi Sunak en la Cámara de los Comunes.

Los principales ministros del gobierno británico se han opuesto durante mucho tiempo a un impuesto especial sobre las empresas de energía porque temen que obstaculice la inversión. Es especialmente sensible ahora porque es una política clave del principal opositor Partido Laborista y socava el reclamo conservador central de ser el partido de los negocios.

Pero la presión para intervenir para aliviar una reducción récord en los niveles de vida se ha vuelto intensa, con un impuesto sobre las ganancias inesperadas cada vez más popular entre los británicos. Los conservadores han estado detrás de los laboristas en las encuestas de YouGov desde diciembre, mientras que la medida de Sunak también se produce cuando el gobierno intenta cambiar la narrativa del escándalo que rodea a las fiestas ilegales en Downing Street durante la pandemia.

Sunak ha sido “arrastrado pateando y gritando a un cambio de sentido”, dijo la canciller en la sombra del Partido Laborista, Rachel Reeves, en Twitter. "¿Por qué ha tardado tanto?"

La necesidad de apoyo para el costo de vida se volvió más urgente esta semana cuando el regulador de energía del Reino Unido dijo que los británicos enfrentan otro fuerte aumento en sus facturas de electricidad y gas justo antes del invierno. El tope del precio de la energía aumentará a un récord de 2.800 libras esterlinas (US$3.510) en octubre, un aumento del 42 % en las facturas promedio que se estima que enviará a 12 millones de hogares a la llamada pobreza energética.

El Reino Unido está en camino de ser la nación avanzada más afectada por una combinación de inflación vertiginosa y crecimiento débil, y se espera que los precios aumenten 13% durante este año y el próximo, el máximo entre los países del G7.