Globoeconomía

Reino Unido prolonga compras en el exterior después del Brexit

Bloomberg

Bloomberg

Las compañías del Reino Unido están realizando más adquisiciones en el extranjero que antes de que los británicos votaran por separarse de la Unión Europea en junio pasado, aparentemente sorprendidos ante una libra esterlina debilitada que ha aumentado el precio de sus objetivos en casi un quinto expresado en dólares.

La sorpresiva oferta de US$16.700 millones que hizo Reckitt Benckiser Group Plc por el productor estadounidense de alimentos para bebés Mead Johnson Nutrition Co. esta semana lo transforma en el segundo pretendiente del Reino Unido en un mes en hacer una jugada por un objetivo de Estados Unidos. El primero -la compra que hizo British American Tobacco Plc del fabricante de los cigarrillos Camel, Reynolds American Inc., por un valor aproximado de US$50.000 millones- fue la adquisición en el extranjero más grande realizada por una firma británica desde el año 2008. 

“Efectivamente hay un momento en que solo tienes que seguir adelante, a pesar de la preocupación en torno al Brexit”, dijo Dwayne Lysaght, jefe de fusiones y adquisiciones británicas en JPMorgan Chase & Co. “El Brexit conllevará a que las compañías del Reino Unido tengan que volverse más dinámicas a nivel internacional; esas empresas buscarán oportunidades para expandirse en todo el mundo” afirmó Lysaght.

Al parecer, los acuerdos contradicen las suposiciones de que una libra más barata haría que los activos del Reino Unido lucieran más atractivos para los inversionistas en el extranjero, pero las transacciones se han dado en la dirección contraria. Una vez que hayan absorbido los costos mayores, las compañías británicas se beneficiarían al aventurarse en nuevos mercados porque generarán ventas en otras divisas que luego pueden intercambiarse en el Reino Unido a un precio de cotización más alto.

La oferta de Reckitt Benckiser, firma conocida por producir los limpiadores Lysol y los preservativos Durex, eleva el valor de las transacciones nacionales y mundiales que involucran a compañías británicas en el 2017 a US$40.000 millones, casi el doble frente al mismo periodo del año pasado, según los datos.

“A pesar de los tiempos de incertidumbre en el Reino Unido y en el extranjero, el mundo sigue siendo una economía global y las corporaciones internacionales y multinacionales necesitan competir en un escenario mundial”, dijo Simon Marchant, socio y jefe corporativo de Freshfields Bruckhaus Deringer en Londres.

Aún así, parte de la actividad podría disminuir con la administración Trump y  alterarse por los resultados de las elecciones en Alemania, Francia y los Países Bajos en Europa.