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Relación comercial con el Reino Unido no cambiará en el corto plazo: Fitch

Andrés Octavio Cardona

De acuerdo con Alex Muscatelli, director Sovereign Group de Fitch Ratings, en el corto plazo no va a haber un cambio en las relaciones comerciales, pero los futuros acuerdos que se  negocien con los países latinoamericanos se verán influenciados por las coyunturas políticas y económicas de la región, como  “en Colombia la evolución del proceso de paz o en México la renegociación del Tlcan”. 

Así mismo, países como Brasil, Argentina, Uruguay o Paraguay, que no cuentan con acuerdos comerciales con la Unión Europea, iniciarían en las mismas condiciones que los países que ya tenían acuerdos con Reino Unido por medio de la UE.  

De acuerdo con las expectativas  del Fondo Monetario Internacional, la reducción estimada del crecimiento económico del Reino Unido en 1,5% “lo lleva a revisar nuevos acuerdos comerciales con economías emergentes como los países latinoamericanos”, indicó Muscatelli. En este sentido, el Departamento de Comercio Británico, afirmó en recientes días que  “buscamos construir sobre nuestros fuertes lazos económicos con socios comerciales, esto incluye a las crecientes economías de América Latina, incluyendo a Argentina”.

En conjunto, las exportaciones e importaciones del Reino Unido a Latinoamérica, en ambas vías, “no supera 2% en ningún país”, añadió Muscatelli. 

No obstante, para esa región marcan prioridad en su agenda las negociaciones de tratados de libre comercio con los demás países de la Unión Europea o  con socios como Estados Unidos, China, Japón, Australia o India. 

Bancos con sede en Londres planean 9.000 traslados 

Los principales bancos mundiales en Londres planean trasladar cerca de 9.000 puestos de trabajo al resto de Europa en los próximos dos años. De acuerdo con agencias internacionales, entidades como Standard Chartered y JPMorgan están entre las que planean movimientos graduales de sus plantillas laborales. Con los traslados, que representarían cerca de 2% de los empleos financieros de Londres, los ingresos fiscales del Reino Unido podrían reducirse drásticamente.