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Repsol busca socios para aprovechar el boom del gas natural en EE.UU.

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Repsol cuenta con el 75% del capital de la planta de regasificación de Canaport, construida para importar gas y proveerlo al mercado estadounidense desde Canadá. Ahora, en pleno boom en EE.UU. del gas de esquisto, que le puede convertir en el mayor productor mundial de gas en unos años, la viabilidad del negocio de Canaport quedaba en entredicho.

Estados Unidos está ahora volcado en construir nuevas plantas de licuefacción (convierten el gas en líquido para poder transportarlo en barcos) con el objetivo de poder exportar a otras latitudes parte de su producción de gas. Pero la planta Canaport es de licuefacción (convierte el gas natural licuado en gas para poder transportarlo por gasoductos) y su es objetivo importar crudo y proveer el mercado estadounidense.

Repsol busca ahora socios para reconvertir la planta canadiense para poder exportar gas y aprovechar el boom de EE.UU., según ha adelantado Reuters. Los planes de Repsol, que tiene aún el proyecto en fase de estudio, pasarían ampliar las instalaciones actuales y construir una planta de exportación con una capacidad para 5 millones de toneladas al año, para lo que la compañía española quiere encontrar socios que asuman la mayor parte de la inversión necesaria, que rondaría los US$4.000 millones (unos 3.200 millones de euros).

"Es una de las alternativas que la compañía tiene para aprovechar esos activos", admiten fuentes de Repsol consultadas por Expansión.com. "En cualquier caso, es un proyecto que queda condicionado a encontrar socios dispuestos a asumir la inversión necesaria para desarrollarlo y en el que Repsol quedaría con una participación minoritaria. Nosotros sólo aportaríamos los activos de Canaport y el 'know how'", subrayan.

La planta Canaport, situada en la costa este canadiense (en uno de los puertos norteamericanos más cercanos a Europa), está controlada en un 75% por Repsol y su socio Irving Oil cuenta con el 25% restante. El proyecto, que está operativo desde 2009, pilló a Repsol con el pie cambiado por la revolución del shale gas, y la compañía ya ha tenido que provisionar unos US$1.733 millones por la devaluación del activo.

La planta cuenta con una capacidad máxima de regasificación de 10 bcm (miles de millones de metros cúbicos) de gas al año, pero actualmente opera a apenas una décima parte de su potencial total, informa Reuters. El año pasado, Canaport recortó un 40% su producción por la caída de las importaciones de gas de Estados Unidos tras haber disparado la explotación de sus propias reservas de gas no convencional. El proyecto llega, además, en un momento en que la Unión Europea busca diversificar el origen de sus importaciones de gas para reducir la dependencia de Rusia.