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S&P descarta grandes cambios de ráting de la banca tras los stress test

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En un informe publicado hoy, la agencia de ráting deja claro que no prevé grandes sorpresas de los resultados del proceso de revisión de activos y de los stress test, que se conocerán el próximo domingo. S&P cree que los rátings de los bancos que califican reflejan ya las situaciones que se destaparán el domingo.

No obstante, S&P destaca que la información que se conocerá, tanto de la AQR (Asset Quality Review) realizada por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) como de los mismos test de estrés del Banco Central Europeo (BCE), podrá aportar detalles adicionales sobre la fortaleza financiera de cada entidad, los eventuales riesgos de liquidez o las perspectivas de rentabilidad y beneficios. En estos casos, advierten los analistas, si las debilidades detectadas son mayores que las que la agencia ha considerado a la hora de calficar la entidad, no se puede descartar una rebaja de ráting. También puede darse la opción de que S&P necesite más tiempo para ver cómo incluye en la calificación la nueva información conocida: en este caso, el ráting se pondrá bajo revisión.

Ayudas públicasS&P también recuerda que las entidades que suspendan los test de estrés en el escenario base tendrán seis meses de tiempo para recapitalizarse, mientras los que suspendan el escenario estresado tendrán 9 meses. En todo caso, las entidades tendrán que detallar al BCE en dos semanas cómo piensan solucionar el problema.

El BCE quiere que la primera vía que utilicen las entidades para levantar capital es la privada, el mercado. No obstante, recuerda S&P, pueden existir casos en los que algunas entidades se vean obligadas a pedir ayudas públicas, al no ser capaces de encontrar una solución privada en los plazos previstos. En estos casos, la agencia vigilará de cerca la situación, para ver cómo se aplica el concepto defendido por Bruselas de que tiene que haber un adecuado "burden sharing" (distribución de las pérdidas) entre los accionistas y acreedores del banco.

S&P cree que, en principio, los tenedores de deuda senior tienen menos posibilidades de sufrir pérdidas frente a los tenedores de instrumentos híbridos. No obstante, la agencia subraya que todavía no está muy claro cómo se aplicará el principios del "burden sharing" a las ayudas concedidas tras los test de estrés, ya que en realidad la normativa europea de Resolución de las entidades entrará en vigor en 2016.