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Sabadell encara dos juntas clave para distribuir US$2.896 millones entre sus accionistas

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Los accionistas, citados para votar la venta de la filial británica por US$3.591 millones que supondrá un dividendo extra. Sabadell confía en obtener el respaldo mayoritario en ambas juntas

Expansión - Madrid

Sabadell encara una semana clave para su futuro. La entidad celebra el próximo miércoles 6 de agosto dos juntas de accionistas extraordinarias consecutivas para aprobar las cuestiones relativas a la venta de su filial TSB a Santander: la desinversión en Reino Unido y el reparto del macrodividendo de 2.500 millones de euros (US$2.896 millones) procedente de la venta de la filial británica, acordada por 3.100 millones de euros (US$3.591 millones).

El primer encuentro, para aprobar la venta, está convocado a las 10 horas y el segundo, para el dividendo, a las 13 horas. Ambos tendrán lugar en la Fira de Sabadell, en la calle Tres Creus número 202 de la localidad barcelonesa. En el seno del banco catalán se respira optimismo y se da por sentado que el nivel de aprobación será muy alto.

Sabadell tiene a su favor que los dos principales asesores de voto (proxy advisors), ISS y Glass Lewis, recomiendan votar a favor de la venta de TSB al entender que es una transacción positiva tanto para la entidad como para los accionistas y que se ejecutará a un precio adecuado. Estos proxies tienen influencia sobre alrededor de 30% de los inversores institucionales del mercado.

¿Qué se decide?

Los accionistas de Sabadell decidirán sobre la desinversión en Reino Unido en lo que previsiblemente parece el tramo final de la opa de Bbva, que en escasos días cumplirá 15 meses.

Por estar Sabadell inmerso en un proceso de opa, la normativa le obliga a obtener la autorización expresa de sus accionistas para poder vender TSB y repartir el dividendo extraordinario. Al tratarse de dos hitos de elevada magnitud, la Comisión Nacional del Mercado de Valores sugirió a principios de mes a la entidad vallesana someterlos a votación en dos juntas diferenciadas.

En el primer encuentro, el de las 10 de la mañana, se someterá a votación la venta de 100% de la filial británica a Santander por 3.100 millones de euros (US$3.591 millones).

Este importe permitirá a Sabadell recuperar la inversión realizada hace diez años en Reino Unido con plusvalías, como pretendían. Además, la venta generará capital suficiente para repartir el macrodividendo extraordinario de 2.500 millones de euros (US$2.896 millones), que deberá ser aprobado en la segunda junta del próximo miércoles, la que está convocada a las 13 horas.

Con esta retribución, la más elevada en la historia de Sabadell, el banco espera disuadir a los accionistas de acudir a la OPA. Solo quienes no acepten el canje propuesto en la operación por Bbva (una acción por cada 5,3456 títulos de Sabadell más 70 céntimos en efectivo) cobrarán ese dividendo de 50 céntimos brutos por acción, que está previsto que se abone entre marzo y abril del año que viene.

Punto de inflexión

La celebración de ambos encuentros ha tenido impacto directo en la opa desde el primer momento. De entrada, Bbva decidió posponer la presentación del folleto de opa a la Cnmv, previsto inicialmente para julio) para poder incorporar los resultados del primer semestre de Sabadell y el resultado de las dos juntas de accionistas. Ahora prevé reportar el documento final de opa a finales de este mes o principios de septiembre, lo que irremediablemente atrasará el inicio del periodo de aceptación.

El CEO de Bbva, Onur Genç, abrió la puerta el pasado jueves a retirar la oferta en pleno agosto, tras la celebración de los dos encuentros con accionistas. La normativa de opas otorga el derecho a Bbvaa poder dar marcha atrás en la OPA si se producen hechos importantes que afectan a la operación. Podríamos estar ante ese supuesto.

La mayor parte de los analistas e inversores se decantan por que Bbva continuará con la operación tras la celebración de las dos juntas de accionistas por la venta de TSB. Creen el banco comprador ya dejó claras sus intenciones tras aceptar la condición del Gobierno de vetar la fusión durante al menos tres años.

La gran incógnita en torno a la opa es si BBVA finalmente mejorará la oferta en el tramo final del periodo de aceptación. Los expertos, grandes fondos e inversores particulares coinciden en que el banco comprador debería hacer más atractiva su oferta. Por su parte, Bbva rechaza una posible mejora. Pero el hundimiento de la prima desde 30% que ofrecía al inicio de la operación hasta 9,73% negativo con el que cerró la sesión en Bolsa de ayer (aunque esta semana marcó mínimo histórico en -14,6%) se ha convertido en la palanca por la que los agentes de mercado exigen a Bbva que incorpore al menos 2.000 millones de euros (US$2.317) en efectivo para elevar la probabilidades de éxito de la opa.

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