Salario promedio de trabajadores formales se ubica por debajo de línea de pobreza
domingo, 17 de marzo de 2024
En Argentina, 3 millones de empleados están buscando otro trabajo, para sustituir el actual o para tener segunda fuente de ingresos
El Observador - Montevideo
Las cifras oficiales corroboran que el ingreso medio de los trabajadores en empleos formales se encuentra actualmente por debajo del umbral de pobreza, resultado de un incremento significativo en la tasa de inflación en los últimos meses, aunque se observó cierta estabilización durante febrero.
Según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, Indec, el valor de la Canasta Básica Total, CBT, alcanzó los $596.823 en enero. Este indicador representa el total de gastos necesarios para que una familia compuesta por cuatro personas pueda cubrir 100% de sus necesidades básicas durante un mes.
Por otro lado, la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social informó que la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables, Ripte, ascendió a $555.269 en enero de este año. Esto implica que, en promedio, los trabajadores formales estables perciben ingresos inferiores al costo de la Canasta Básica Total, situándolos por debajo del umbral de pobreza.
El Ripte refleja la evolución de los salarios antes de deducciones (salarios brutos). Si consideramos los salarios netos, la disparidad es aún mayor. Al restar 17% correspondiente a aportes patronales y cargas sociales, el salario neto promedio en enero se sitúa en $460.873, una cifra que incluso está por debajo del valor de la CBT para una familia de tres personas ($475.140).
En Argentina, cerca de 3 millones de personas empleadas están activamente buscando otro trabajo, ya sea para sustituir el actual o para generar una segunda fuente de ingresos. Este panorama presenta desafíos significativos, ya que afecta negativamente el consumo y contribuye a la amplificación de la recesión económica. Como mencionó Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, también crea presión en el ámbito social y político, influyendo en las decisiones gubernamentales.
Es crucial mantener la disciplina fiscal para avanzar hacia una menor tasa de interés, lo que contribuirá a contener la inflación y sentar las bases para una gradual recuperación económica, junto con el incremento de los ingresos, como señaló Tiscornia.
Deterioro del salario real
El economista José Vargas, director de la consultora Evaluecon, señaló que, a pesar de la desaceleración de la inflación, los indicadores reflejan una pérdida de poder adquisitivo del salario real, lo que coincide con la pronunciada caída en la actividad económica y el pronóstico de un aumento considerable en los niveles de pobreza.
A partir de los mismos datos, actualizados por inflación hasta enero de 2024, la consultora Empiria, dirigida por el exministro de Economía Hernán Lacunza, evidenció una divergencia en la evolución del poder adquisitivo del salario promedio y el creciente costo de la Canasta Básica Total, CBT, que establece el umbral de pobreza.
Si bien los salarios llevan varios años perdiendo contra la inflación, la situación actual, donde el salario promedio se encuentra por debajo de la Canasta Básica Total, es inusual. De hecho, es la primera vez que ocurre desde que el Indec retomó la medición de la CBT en abril de 2016.
Tradicionalmente, los salarios han superado el valor de la CBT, aunque en ocasiones con una brecha relativamente estrecha. Sin embargo, a partir de agosto de 2023, tras la devaluación de 22% aplicada por el gobierno después de las elecciones primarias, esta situación comenzó a cambiar.
Desde entonces, las diferencias se han reducido significativamente y en diciembre del año pasado las líneas se cruzaron, con la CBT por encima de los salarios. Esto implica que, actualmente, un salario promedio solo alcanza para adquirir 0,93 canastas básicas, en comparación con las 1,23 canastas que se podían adquirir hace un año.
Durante el período de enero de 2023 a enero de 2024, la CBT aumentó 264,9%, mientras que los salarios solo se ajustaron 175,5%. Esto refleja un incremento en los ingresos de los trabajadores de 89,4 puntos porcentuales menos que el aumento del costo de vida.