Altman fue destituido de OpenAI, consejo dijo que perdió confianza en él como líder

Sam Altman, una de las figuras más destacadas del mundo de la inteligencia artificial, se ve obligado a abandonar OpenAI —la empresa detrás de ChatGPT que él ayudó a crear— después de que la junta directiva dijera que había perdido la confianza en él como líder.

La Directora de Tecnología, Mira Murati, será la Directora Ejecutiva interina de OpenAI.

"La salida del señor Altman sigue un proceso de revisión deliberativa por parte de la junta, que concluyó que no fue consistentemente sincero en sus comunicaciones con la junta, obstaculizando su capacidad para ejercer sus responsabilidades", dijo la compañía en un comunicado. "La junta ya no confía en su capacidad para seguir liderando OpenAI".

La presentación al mundo de ChatGPT por parte de OpenAI convirtió a Altman, de 38 años, en una celebridad instantánea, lo que le valió una audiencia con líderes mundiales como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak. Es una figura franca en la comunidad de la IA, que se alinea con un grupo de evangelistas que han sido pioneros y han hecho avanzar las tecnologías de IA, al tiempo que advierten de su potencial para acabar con la humanidad.

Su marcha sorprendió tanto a los que estaban dentro como fuera de la empresa: Altman seguía enviando correos electrónicos a los empleados a última hora de la mañana del viernes, según una persona familiarizada con el asunto.

"Me encantó mi tiempo en openai", escribió Altman en un tuit el viernes. "Fue transformador para mí personalmente, y esperemos que para el mundo un poco. Sobre todo me encantó trabajar con gente tan talentosa". Altman añadió: "Tendré más que decir sobre lo que viene más adelante".

Como director ejecutivo, Altman convirtió a OpenAI en la empresa de IA más importante del mundo. La empresa estuvo recientemente en conversaciones para vender acciones de empleados a inversores con una valoración de US$86.000 millones. ChatGPT y el generador de imágenes Dall-E de OpenAI introdujeron la IA generativa en la corriente dominante. Ambas herramientas aprovechan una tecnología que se entrena con grandes cantidades de datos digitales y puede producir contenidos similares a los humanos, como imágenes, texto y código, cuando se le pide.

Rowan Curran, analista sénior de Forrester especializado en inteligencia artificial generativa y aprendizaje automático, afirma que la decisión del consejo de administración de destituir a Altman del puesto de consejero delegado debe considerarse similar a otros cambios a nivel ejecutivo en el sector tecnológico.

"Sam Altman era obviamente una fuerza en OpenAI e hizo mucho para llevar a la compañía a donde está", dijo. "Pero no hay ninguna razón en este momento para pensar que hay problemas subyacentes con la empresa o la tecnología o su enfoque, dado lo que sabemos en este momento".

Murati, que se unió a OpenAI en 2018, desempeñó un papel clave en la dirección de algunos de los productos más conocidos de OpenAI, como ChatGPT y Dall-E. Fue nombrada CTO el año pasado. "Dado su largo mandato y su estrecho compromiso con todos los aspectos de la empresa, incluida su experiencia en gobernanza y política de IA, la junta cree que está excepcionalmente calificada para el papel y anticipa una transición sin problemas mientras lleva a cabo una búsqueda formal de un CEO permanente", dijo la compañía en su comunicado.

Greg Brockman, cofundador de OpenAI y hasta ahora presidente del consejo de administración, también deja su cargo, pero seguirá siendo presidente de OpenAI.

Microsoft Corp., que ha invertido US$10.000 millones en OpenAI, cayó hasta 2,4% tras la noticia de la marcha de Altman. La compañía dijo en un comunicado que tiene "una relación a largo plazo con OpenAI y sigue comprometida con su equipo mientras llevamos esta próxima era de IA a nuestros clientes."

Fundada en 2015, OpenAI lanzó ChatGPT hace aproximadamente un año, desatando una avalancha de interés en la tecnología de IA. Alrededor de 100 millones de personas utilizan ChatGPT cada semana, dijo la compañía en noviembre, y más de 90% de las empresas de Fortune 500 están construyendo herramientas en la plataforma de OpenAI. La empresa ofrece su software a las empresas, y va camino de tener unos ingresos anuales de unos US$1.000 millones, según informó Bloomberg en agosto.

Al mismo tiempo, OpenAI se enfrenta a la creciente competencia de productos rivales bien financiados y desarrollados por otras empresas emergentes y gigantes tecnológicos, como Google, de Alphabet Inc.