Globoeconomía

¿Se acabará el estímulo monetario en EE.UU.?

Manuel Felipe García Ospina

Gran preocupación causó en los mercados financieros globales el “anuncio” de la Reserva Federal (Fed) de que quizá sus compras de activos no vayan más allá de marzo. Esto muestra varias cosas, una de las principales es que el mundo financiero sigue viviendo del ‘respirador artificial’ de la liquidez global. En condiciones normales, las acciones deberían subir y bajar de acuerdo a las noticias que generen las empresas y sus fundamentales económicos, no las que genere la Fed.

Pero este nuevo episodio demuestra que no es así, y que aún los inversionistas guardan la esperanza de que haya un Gran Hermano, que sea el que provea liquidez al mercado financiero de forma importante. Ahora bien, si se llegaran a acabar estas compras, no debería ser una sorpresa: tarde o temprano esta inyección de recursos tiene que terminar.

Un análisis del porcentaje de activos financieros dentro de los balances de los principales Bancos Centrales del mundo muestra que, la Fed norteamericana, es la que menos tiene; con cerca del 15%; mientras que el Banco Central Europeo tiene el 30%. Esto sigue mostrando, de alguna forma, que si quisiera, la Fed tiene espacio adicional para comprar activos, y guardarlos dentro de su balance. La pregunta es si lo hará.

Aunque los indicadores económicos en Estados Unidos han mejorado, personalmente creo que distan mucho de estar en niveles con los cuales la Fed se sienta a gusto, especialmente el del empleo. En ocasiones anteriores he discutido cómo la reducción en la tasa de desempleo se puede haber debido a factores diferentes a la creación de empleo. Así, no parece muy lógico que suspendieran las compras.

Sin embargo, el mensaje que más me preocupa es que los mercados reflejan que aún no se sienten a gusto con la evolución económica en condiciones normales. Pero también, muchos deben estar aprovechando para tomar un poco de ganancias: parece lógico luego de que enero fue el mejor primer mes del año para las acciones norteamericanas en más de 40 años.

Lo bueno de si la Fed suspende las compras: la posibilidad de una devaluación sustancial del peso colombiano se incrementa. Lo malo: podríamos experimentar volatilidad en los activos financieros por un buen par de meses.