Se acerca un acuerdo para la retirada de tropas de EE.UU. en Afganistán
viernes, 26 de julio de 2019
Los talibanes controlan o se disputan aproximadamente la mitad del territorio en Afganistán
Bloomberg
Los talibanes dijeron que están cerca a un acuerdo de paz con Estados Unidos para poner fin a la presencia militar extranjera en Afganistán, aunque por el momento se descartó un alto a las hostilidades.
"Nos estamos acercando", dijo el jueves por teléfono Mohammed Suhail Shaheen, portavoz de la oficina política de los talibanes en Doha. Si EE.UU. presenta "una propuesta razonable y convincente, el acuerdo de paz se concluirá pronto".
El movimiento islámico fundamentalista y EE.UU. reanudarán pronto las negociaciones en la capital qatarí después de suspender su séptima ronda de reuniones a principios de este mes. El secretario de Estado de EE.UU., Michael Pompeo, y el presidente afgano, Ashraf Ghani, acordaron el miércoles en una llamada telefónica que "es momento de acelerar los esfuerzos para lograr negociar el fin de la guerra", según un comunicado del Departamento de Estado.
Pompeo dijo en una entrevista con Fox News el jueves en la noche que espera "un progreso real" para llegar a un acuerdo en septiembre sobre "una reducción total en el alcance del conflicto", lo que permitiría comenzar las conversaciones de paz entre afganos, y luego seguiría el inicio de la retirada de EE.UU. y fuerzas aliadas.
Los talibanes controlan o se disputan aproximadamente la mitad del territorio en Afganistán. Es un control mayor que en cualquier otro momento desde que fueron expulsados del poder en 2001 tras una invasión liderada por EE.UU. después de que el grupo de Al Qaeda, con sede en el país, llevó a cabo los ataques terroristas del 11 de septiembre en EE.UU. Los talibanes se niegan a establecer conversaciones con las autoridades en Kabul hasta tanto no lleguen primero a un acuerdo vinculante con el gobierno Trump sobre la retirada de fuerzas extranjeras.
Si bien quieren que los 14.00 soldados estadounidenses y las fuerzas aliadas de la Otan se vayan de Afganistán, los talibanes han mostrado algunos signos de flexibilidad en términos de calendario y han calmado su insistencia previa sobre una retirada en tan solo meses.
"Esperamos que los estadounidenses tengan un plazo razonable y que podamos estar de acuerdo", dijo Shaheen, quien se negó a decir qué tan pronto se deberían ir las fuerzas extranjeras.
Pérdidas de tropas
Luego de perder más de 2.400 soldados y gastar más de US$900.000 millones en Afganistán desde 2001, los críticos dicen que el riesgo es que EE.UU. pierda las ganancias adquiridas con tanto esfuerzo. El presidente Donald Trump calificó la campaña de casi 18 años de "ridícula" y dijo que podría ganar el conflicto en una semana, pero "no quiero matar a 10 millones de personas". La oficina de Ghani respondió que Afganistán "nunca permitirá que ninguna potencia extranjera determine su destino".
El enviado de EE.UU. a Afganistán, Zalmay Khalilzad, describió la última ronda de conversaciones que se pausaron el 9 de julio como la "más productiva" de la historia. Entre otras exigencias, EE.UU. solicita que los talibanes se comprometan a impedir que grupos terroristas como Al Qaeda y el Estado Islámico sigan usando a Afganistán como base de operaciones.
A pesar de su lenguaje conciliador, los talibanes insisten en que no aceptarán que un solo soldado extranjero permanezca en territorio afgano, lo que avivó temores en Kabul de que EE.UU. dejará el gobierno a merced de sus oponentes armados.
"El pueblo afgano lo ve como una ocupación, ya sea de 1.000 o de 100 soldados", dijo Shaheen. "Así que queremos que esto termine".
Los talibanes no considerarán el cese de la violencia hasta que logren un acuerdo con otros afganos después de que EE.UU. se comprometa a retirar sus fuerzas, dijo Shaheen. EE.UU. sostiene que no se puede celebrar ningún acuerdo hasta que los talibanes hablen directamente con el gobierno afgano, algo a lo que el grupo militante se ha resistido.
Los talibanes se unirán a las negociaciones que involucran a todas las fuerzas políticas de Afganistán y no solo al gobierno en Kabul, dijo Shaheen. También se niega a reconocer el resultado de las elecciones presidenciales afganas planeadas para el 28 de septiembre, independientemente del resultado de las conversaciones con EE.UU.
"Esta elección no es un remedio para el problema de Afganistán", dijo Shaheen. "Solo prolonga la guerra".