Se espera que la Fed apruebe leve alza de tasas, pero mantendrá tono antiinflacionista
miércoles, 1 de febrero de 2023
Los responsables de la política monetaria insisten en que no cometerán el error crucial de suspender las alzas hasta que la inflación este en 2%
Reuters
Se espera que la Reserva Federal aumente su tasa de interés objetiva en un cuarto de punto porcentual el miércoles, dejando de lado las rápidas alzas utilizadas el año pasado para frenar un repunte de la inflación en favor de una búsqueda más gradual de un punto de parada.
El aumento previsto situaría la tasa de referencia a un día del banco central estadounidense en la horquilla del 4,50%-4,75%, la más alta desde noviembre de 2007, cuando la economía estaba en vísperas de lo que resultaría ser una larga y profunda recesión.
Los responsables de política esperan evitar este tipo de resultado esta vez y los datos económicos desde su última reunión de política en diciembre se han movido en general en la dirección correcta: la inflación se está desacelerando bajo el impacto de unas tasas más elevadas y unas condiciones financieras más restrictivas, mientras que la economía sigue creciendo y creando empleo.
El Comité de Mercado Abierto de la Fed publicará su declaración de política monetaria a las 1900 GMT (2:00 pm del miércoles). El presidente de la institución, Jerome Powell, tiene previsto ofrecer una rueda de prensa media hora más tarde para dar más detalles sobre la decisión.
"Los últimos acontecimientos sugieren que el próximo año puede ser un poco menos difícil de lo que se pensaba", escribió esta semana Nathan Sheets, economista jefe mundial de Citi, señalando que los riesgos de recesión están disminuyendo a nivel mundial, mientras que los datos de Estados Unidos "apuntaban a un crecimiento continuo, una inflación moderada y un ritmo más lento de subidas de tasas de la Fed".
Antes de la reunión de dos días de la Fed de esta semana, el Fondo Monetario Internacional aumentó sus perspectivas para una economía mundial que, según sus funcionarios, demostró ser "sorprendentemente resistente" ante el endurecimiento de la política monetaria y la guerra en curso entre Rusia y Ucrania.
Sorprendida el año pasado por la aceleración de la inflación, que amenazaba con ser mucho más persistente de lo previsto, la Fed aprobó las subidas de tasas más rápidas desde los años 80.
Comenzando con un aumento de un cuarto de punto porcentual en marzo, el banco central aprobó incrementos de tres cuartos de punto porcentual en el verano boreal, y en total subió el tipo objetivo en 4,25 puntos porcentuales en sólo 10 meses. En su reunión del 13 y 14 de diciembre, el aumento fue de medio punto porcentual.
El impacto de estas medidas parece estar ganando fuerza. Los nuevos datos de la semana pasada mostraron que una medida clave de la inflación se desaceleró más rápido de lo esperado en diciembre, continuando una tendencia a la baja de seis meses. El crecimiento de los costos laborales, muy vigilado como posible indicador de futuros aumentos de precios, también se ralentizó en el cuarto trimestre.
No obstante, la medida de inflación preferida por la Fed, el índice de precios de los gastos de consumo personal, aumentó a un ritmo anual del 5% en diciembre, por debajo del máximo de junio de casi el 7%, pero más del doble del objetivo de inflación del 2% fijado por el banco central.
Los responsables de la política monetaria insisten en que no cometerán el error crucial de suspender las alzas hasta que estén convencidos de que la inflación está en una senda duradera hacia el objetivo del 2%.
Algunos analistas esperan que la entidad elimine de su declaración política la actual promesa abierta de "continuas subidas" de las tasas, una frase utilizada desde que el banco central inició su ciclo de endurecimiento en marzo. Sin embargo, cualquier nueva formulación dejaría la puerta abierta a nuevos incrementos en función de los datos económicos que se vayan conociendo, sobre todo en materia de inflación y empleo.
La reunión de la Fed de esta semana, la primera de 2023, no incluirá nuevas previsiones económicas de las autoridades de política, la forma más explícita que tienen de señalar hacia dónde pueden dirigirse las tasas este año.
En diciembre, su previsión mediana era que la tasa objetiva de la Fed alcanzara un máximo en un rango del 5%-5,25%, una perspectiva que implicaría una pausa en el endurecimiento de la política tras dos subidas más de un cuarto de punto porcentual.
Los operadores de futuros ven el camino de forma algo diferente, con el tipo de referencia alcanzando un máximo en la horquilla del 4,75%-5%, con un posterior recorte hasta cerca del 4,4% en diciembre.